Más ideas de disfraces baratos para Halloween

Con la actual depresión económica, muchas personas están reduciendo tanto como pueden sus gastos en artículos no esenciales o no imprescindibles. Un área en la que usted podría disminuir gastos este año es en la compra de disfraces para Halloween.  Pero el hecho que usted no pueda permitirse gastar dinero en la compra de disfraces no significa que no puede exhibir un gran disfraz la noche del 31 de Octubre. Aquí les dejo con otro par de ideas de disfraces muy económicos y fáciles de hacer por ti mismo.

Disfraz de Payaso

Éste es un disfraz clásico que no exige de la compra de muchos artículos, la mayoría los elementos que lo forma ya están en tu armario. Te será bastante fácil hacerlo porque puedes usar algunas prendas de tu ropa vieja, por ejemplo unos viejos pantalones vaqueros colgados de tirantes, con parches cosidos de pedazos de camisas viejas sin preocuparte de que la costura te quede bien. Completa el atuendo con una camisa estrafalaria y un sobrero loco que podrás adornarlo para hacerlo aún más extravagante. La nariz puedes hacerla recortando una pelota de goma roja. Lo único que tendrás que comprar será una peluca y algo de pintura para maquillar la cara.

Disfraz de Espantapájaros  

Un camisa grande de franela y mangas  largas, uno pantalones vaqueros desteñidos, un pedazo de soga rústica en lugar de cinturón y un sombrero roto. Complementa el disfraz con un maquillaje del rostro dando la apariencia de suciedad y un poco de paja saliendo por debajo del sombrero, las mangas de la camisa y los extremos de pantalón. Los zapatos deben ser unos zapatos de campo rotos o también puedes usar unos viejos zapatos pasados de moda.

Si quieres hacer de espantapájaros bueno, cose a la camisa sobre uno de tus hombros un ave de juguete.

 

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Ideas para disfrazarse en Halloween sin gastar mucho

Los buenos disfraces suelen ser artículos caros, y si además de eso para la noche de Halloween debemos disfrazar también a esposa e hijos, el gasto se multiplica. Todos queremos disfrazarnos en la noche del 31 de Octubre pero sin gastar mucho por esto te dejo con algunas sugerencias útiles que te permitirán ahorrar un dinerillo al disfrazar completa a tu familia para esta fiesta.

Se previsor y realiza una pequeña inversión que te ahorrará bastante dinero. Cuando termine este Halloween compra los trajes para la celebración del 2012 con los precios de liquidación de fin de temporada. Verás que buenos trajes conseguirás ahorrándote al menos el 50 % de su precio original. Al escoger los disfraces para los niños debes asegurarte que les servirán dentro de un año, recuerda que los chicos crecen aunque no lo notemos.

Confecciona los disfraces en casa: Pon a volar tu imaginación y creatividad y aprovecha para reunir a la familia y juntos escudriñar por los rincones, buscar en cajones viejos, en el patio y el ático todo aquello que te pueda servir para hacer un disfraz para Halloween. Verás que con pocos recursos que no tendrás que salir a buscar a la calle, crearás muy bonitos disfraces cuya principal virtud será haber sido creados con la colaboración de todos en casa. Disfraces como el de fantasma, robot, hippie, princesa, animales son muy fáciles de hacer con los recursos de que disponemos en nuestros hogares.

Adquiere los disfraces en comercios de artículos usados: Los niños al acercarse Halloween acostumbra a llevar a las tiendas de artículos de segunda mano sus viejos disfraces que ya no les sirven con el ánimo de conseguir un dinero extra para sus propios asuntos. Los trajes para Halloween por lo general han sido bien cuidados por sus propietarios y apenas se nota la diferencia con uno nuevo, sin embargo su precio es considerablemente menor que el de los disfraces nuevos de temporada. Un consejo, no dejes para el último día esta compra para que tengas la posibilidad de escoger entre una mayor variedad de trajes.

Intercambia disfraces con amigos y familiares: Organiza una reunión de padres del vecindario o la escuela de tus hijos y proponles intercambiar disfraces, verás como la mayoría acepta. En estos tiempos a muy pocos les está sobrando el dinero. Una vez puestos de acuerdo escojan entre todos una nueva para reunirse esta vez trayendo todos los disfraces e incluso a los niños para realizar el trueque.

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Un Halloween de miedo: Freddy Krueger

Hoy dejamos de lado los disfraces más clásicos, para lo que os remitimos a entradas anteriores, y os proponemos disfrazaros de Freddy Krueger.

Aunque supongo que todos vosotros sabréis perfectamente quién es este temible personaje, os lo presentaremos, por si hay alguno que anda despistado. Freddy Krueger es el protagonista de las películas tituladas «Pesadilla en Elm Street». Este terrible personaje entra en las pesadillas de los niños para asesinarlos y si lo consigue, estos seguirán muertos en la vida real. Espeluznante, ¿verdad?

Pues bien, si su definición os ha parecido lo suficientemente aterradora, podemos entrar ya en el tema de cómo realizar el disfraz de Freddy Krueger.

Como podéis observar en la foto, disfrazarse de este terrorífico personaje es muy fácil.

En primer lugar necesitaremos unos vaqueros, unos pantalones negros o similares. Básicamente, una parte de abajo que no llame mucho la atención.

En segundo lugar, una de las piezas claves; un jersey de rayas rojas y verdes. Nos vale también con rayas rojas y negras pero, a poder ser, debe ser de manga larga.

Además de eso, el segundo elemento clave será un guante con cuchillas. En general, este accesorio lo suelen tener en alguna tienda de disfraces, sin embargo, podemos hacerlo casero con un guante grueso (como los que se utilizan para trabajar en el jardín, por ejemplo) y una tiras de cartón forradas con papel de aluminio.

Por último, necesitaremos un sombrero negro. Al igual que con el jersey, aquí también hay restricciones; nada de gorros de lana o similares, debe ser lo más parecido posible al que podéis ver en la foto.

Finalmente, necesitaréis masilla de hacer heridas, que podréis encontrar también en alguna tienda de disfraz o de artículos de broma. Esta masilla nos permitirá simular ese aspecto de piel quemada que caracteriza a Freddy Krueger. Esta será, sin duda, la parte más difícil de todo el disfraz, pero si conseguís un buen maquillaje, sin duda, seréis las personas más horripilantes de toda la fiesta.

 

Disfraz de zombi para Halloween

Si quieres formar parte del inframundo de Halloween y definitivamente llamar la atención, disfrázate con este impresionante traje de zombi de hechura casera:

Vestuario y calzado

No tendrás que buscar mucho para encontrar la ropa adecuada para el disfraz pero podría costarte algo de esfuerzo adecuarlo al aspecto de un zombi. Cualquier ropa usada,  fea y andrajosa se ajusta bien a lo que necesitamos, lo que falta es hacerte ver como si recién hubieras salido de la tumba a través de la tierra.

Si no quieres verte como un muerto viviente ordinario, puede elegir ser un doctor, abogado, payaso o policía zombi escogiendo el vestuario apropiado. También puedes disfrazarte en pareja de novios zombi, incluso de familia zombi junto a los chicos.

Las buenas noticias son que un traje del zombi casero es barato si puedes disponer de ropa y zapatos usados para destinarlo al disfraz sin que por eso vayas a la ruina. Si no los tienes puedes pedírselos a familiares y amigos o comprarlo en alguna tienda  de ropa usada.

Antes de que compres algo primero debes considerar las circunstancias en que ocurrió tu supuesta muerte. Las personas normalmente se entierran vestidos formalmente pero si no quieres llevar un traje o vestido, no te preocupes, el cine muestra bastantes zombis que hallaron su muerte de forma intempestiva, así  que puedes ser un zombi en pijama, zapatillas o cualquier ropa que te plazca.

Para hacer que tu ropa parezca auténtica, necesitará ser desgarrada  previamente. Recuerda que llevarás puesta esta ropa, así que cuidado donde haces las rasgaduras. Para hacerlas puedes comenzar haciendo un pequeño corte con tijeras y después desgarrar el resto con la mano. Después debes ensuciar la ropa y zapatos con tierra en su césped, patio o jardín y agregarle las manchas de sangre artificial. No exageres con la suciedad para que no arruines los muebles y alfombra de alguien.

Las heridas y la sangre

Un disfraz de zombi nunca estaría completo sin el efecto de la carne putrefacta, las heridas sangrantes y la piel pálida, aunque también puedes ser un zombi recién fallecido que aún está fresco. Éstas deben ponerse en áreas visibles del cuerpo como la cara, el cuello, los brazos y las manos,  y probablemente será la tarea que más tiempo te lleve hacer del disfraz.  Para hacerlas utiliza sangre artificial que puedes adquirir muy barata en cualquier tienda especializada mezclándola con tierra o polvo para aplicar esta mezcla sobre un fondo pálido para lograr que resalten más a la vista.

Complementos para el disfraz

Para hacer el disfraz de zombi aún mucho más realista agrega una peluca sucia de tierra con briznas de césped, si no tienes la peluca puedes cubrir la cabeza con vendas que previamente has ensuciado con tierra y sangre artificial. También puedes poner algunos insectos y bichos de goma sobre las heridas o pegados a la ropa. Por último practica un poco el caminar torpe y tambaleante de los zombis, el hablar y gemidos como si tu lengua estuviera pudriéndose y ármate con un garrote rústico  hecho de alguna rama de un árbol. Con este disfraz ya estás listo incluso para presentarte al casting de una película de terror.

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Un Halloween de miedo: esqueleto

Continuamos durante unos días más con los disfraces de Halloween que podéis poneros para dejar aterrados a todos los asistentes a vuestra fiesta.

La propuesta que os traemos hoy es el disfraz de esqueleto. Este disfraz, si queremos realizarlo en casa, requiere un poco más de tiempo y destreza que los anteriores, pero será fácil, no os preocupéis. En cualquier caso, como siempre os decimos, los más perezosos o los que no tengan tiempo suficiente, siempre pueden acudir a alguna tienda de disfraces. Todas las propuestas que os hemos hecho hasta ahora son lo suficientemente clásicas para que puedan ser adquiridas fácilmente en cualquier establecimiento de este tipo.

Empecemos, pues. Lo primero que necesitaremos para su confección es una tela negra. A diferencia de lo que os aconsejábamos en el disfraz de Drácula, ahora puede ser del tipo que queráis, todo depende de la temperatura que vaya a hacer y del dinero que os queráis gastar en el género. Lo único imprescindible es que sea negra.

Una vez conseguida la tela, tendremos que diseñar y coser nuestro traje. Éste puede ser una única pieza o, si os resulta más cómodo, una parte de arriba y unos pantalones. Eso sí, tanto para chico como para chica, quedará mejor si la parte de abajo son pantalones. Con falda el disfraz quedaría un poco raro, aunque…¡todo es cuestión de echarle imaginación!

Cuando ya tengamos nuestro traje negro, debemos conseguir los huesos. Esto podemos hacerlo de varias maneras:

  • Podemos hacer una plantilla con todos los huesos del cuerpo humano ( lo más importantes, ¡si no nos eternizaremos!) y con ella pintar de blanco las formas de los huesos sobre la tela. Si conseguís pintura que brille en la oscuridad seréis los reyes de la fiesta.
  • Dibujar las formas de los huesos en una tela blanca e ir cosiéndolas en el traje negro
  • Conseguir papel adhesivo blanco, utilizar la plantilla, recortar las formas resultantes y pegarlas sobre la tela.
Por último, es una buena opción crear un maquillaje acorde con el resto del disfraz. Una cara blanca con las cuencas de los ojos pintadas de negro y una boca simulando cuerdas que la cierran o dibujos de dientes nos proporcionará el aspecto aterrador que andábamos buscando.
Ahora, ¡a producir gritos de terror!

 

 

Un Halloween de miedo: diablo

Hoy, dentro de la serie que le estamos dedicando a los disfraces para Halloween, os proponemos otro clásico: el disfraz de diablo.

Este disfraz, al igual que otros que ya os hemos ido comentando, puede adaptarse a todas las edades y sexos. Así que, incluso, podréis ir toda la familia vestida de malvados diablos. Os daremos las pistas para realizar de forma sencilla este traje.

Los «ingredientes» básicos que necesitaréis son ropa en tonos rojos y negros, unos cuernos, una cola y un tridente. Con estos cuatro elementos ya podréis decir con toda la razón del mundo que vais vestidos de diablos.

Al igual que está abierto a distintas edades y sexos, también podéis abarcar un amplio abanico de prendas de ropa.

Por ejemplo, para mujer, podéis haceros con una falda de tul y una camiseta roja, aunque si queréis también podéis lucir cuerpazo con algún vestido apretado de este mismo color. También podéis combinar estas prendas con algunas de color negro. En otras palabras, ropa más o menos femenina, a poder ser con faldas y, sobre todo, de color rojo. En cuanto al calzado, podéis poneros cualquier tipo de zapato, evitando zapatillas de deporte o similares. Si tenéis algunos zapatos acabados en punta estaréis genial.

En el caso de los hombres es más sencillo. Se pueden vestir con cualquier pantalón negro y una camiseta o camisa roja. Si se tiene ninguna camisa roja a mano también podríamos utilizar una blanca y añadir algún toque rojo, como una corbata o una pajarita. En cuanto al calzado, sirve casi cualquiera, salvo zapatillas de deporte. Nadie se imagina al diablo haciendo footing, ¿verdad?

Si tenemos niños, podemos convertirlo en pequeños diablillos poniéndoles cualquier tipo de ropa roja (sin dibujos, a poder ser) y maquillándoles un poquito la cara de este color.

El resto de accesorios (los cuernos, la cola y el tridente) también podemos fabricarlos con algunas cosas que tengamos por casa pero, de todos modos, se pueden encontrar fácilmente en cualquier tienda de disfraces.

Ahora, simplemente os queda meteros en el papel pensando que sois los seres más malvados del mundo.

Un Halloween de miedo: la muerte

Seguiremos durante unos cuantos días más proponiéndoos nuevos disfraces con los que poder sorprender a vuestros amigos en la fiesta de Halloween.

Hoy lo que os proponemos es disfrazaros de la mismísima muerte. Sin duda es el disfraz que más miedo puede dar de todos, pero, eso sí, tendremos que buscar un look que no deje lugar a dudas. Todos deben empezar a temblar en cuanto nos vean aparecer en la fiesta.

Aunque hay distintas maneras de representar la muerte como personificación, la más extendida es la de un ente (no se sabe si mujer u hombre) totalmente encapuchado y vestido de negro. Además de eso, suele llevar una guadaña con la que poder cortar unas cuantas cabezas.

Como podéis observar, el disfraz en sí mismo, es bastante fácil. Si lo queréis hacer vosotros mismos podéis comprar un género negro en alguna tienda de telas. A poder ser, evitad las telas brillantes; hay que dar un aspecto de austeridad y vejez. Una vez elegida la tela, sólo tendréis que confeccionar una especie de túnica que os cubra todo el cuerpo; que llegue hasta el suelo y que una capucha bien amplia con la que buena parte de vuestra cara quede tapada.

En todo caso, si lo de coser no es lo vuestro, siempre podréis echar mano de alguna tienda de disfraces y haceros con el típico disfraz de muerte que siempre venden allí. Más o menos será igual que haciéndolo vosotros, ¡pero ahorrándoos el tiempo!

Una vez que tengamos la túnica negra, tendremos que conseguir también una guadaña. Esta, obviamente, de juguete; ¡no pongamos en peligro vidas reales! Al igual que el traje, la podremos encontrar en cualquier tienda de disfraces.

Con estos dos elementos ya tendríamos de sobra, pero si queremos darle un toque aún más tenebroso, podemos maquillarnos la cara como si fuera una calavera. Nos pintaremos toda la cara de blanco, la cuenca de los ojos de negro para simular que no tenemos y en la boca, podemos dibujarnos dientes o bien, «cosernos» los labios tal y como comentábamos anteriormente para el disfraz de zombi.

Y finalmente, el último consejo. Como siempre os decimos, si realmente queremos asustar, lo primero es meterse en el personaje, así que… ¡a robar almas!

Un Halloween de miedo: vampiro


Seguimos hoy con más posibles disfraces de miedo para conseguir ser el rey de la fiesta de Halloween.

En entradas anteriores ya os presentamos el disfraz de bruja y el de zombi, pero todavía nos quedan un montón de personajes terroríficos más. En esta ocasión os proponemos otro clásico: el disfraz de vampiro.

Aunque es, como decimos, un clásico, como puede ser un disfraz de Drácula, últimamente está especialmente de moda, gracias al éxito que están teniendo libros como la saga de Crepúsculo o series como True Blood. En realidad, con este disfraz estaremos a la última.

Este disfraz puede ser tan elaborado como queramos. La idea básica que tenemos que tener en la cabeza es que los vampiros son personas muertas, que duermen de día pero que por las noches salen a la caza de sangre fresca.

Al igual que con el disfraz de zombi, tenemos que pensar que los vampiros pueden ser cualquier tipo de persona; desde un niño hasta un abuelo. Esta característica, hace de este disfraz, un atuendo perfectamente adaptable a cualquier tipo de edad, que pueden llevar tanto hombres como mujeres y al que, además, podremos poner nuestro toque personal (vampiro sexy, malvado, tonto…)

Aunque podemos ponernos la ropa que más nos guste, siempre es preferible escoger algo negro; un pantalón y una camisa o camiseta, un vestido, una falda…lo que queramos, pero siempre es mejor que sea negro. Hay que pensar que vamos en busca de presas a las que chupar la sangre, ¡mejor no llamar mucho la atención!

Además, como también nos ocurría en el caso del disfraz de bruja, existen una serie de elementos que, obligatoriamente debemos ponernos si queremos que la gente sepa de qué vamos vestidos. Son los siguientes:

  • Una capa negra. Puede ser del tipo que queramos, pero preferiblemente de color negro y larga. Es lo que usaremos para escondernos entre las tinieblas de la noche.
  • Una dentadura postiza con dientes de vampiro, con la que podremos morder mucho mejor a nuestra víctima.
  • Sangre de broma. Podemos pintarnos un poco de «sangre» por las comisuras de los labios o bien, mancharnos los dientes con ellas para que parezca que acabamos de atacar a alguien.
Todos estos elementos, los podremos adquirir fácilmente en alguna tienda de disfraces. Y para el resto, podremos utilizar alguna prenda negra que tengamos por casa o comprar algo. Lo más importante es que cuando salgamos por la puerta, ¡nuestros vecinos corran despavoridos al vernos!

 

Un Halloween de miedo: brujas

disfraces-de-brujaTal y como comentábamos en la entrada anterior, durante los próximos días os haremos distintas propuestas para disfrazaros en Halloween.

Si disfrazaros de zombi es demasiado para vosotros o, simplemente, no os apetece, hoy os traemos otro clásico: bruja.

El disfraz de bruja se adapta a todos los estilos (desde el más sexy hasta el más tradicional), a todas las edades y a todos los sexos (¡sí, también existen los brujos, aunque sean menos frecuentes!).

Empecemos pues por la cosas más básicas:

  • Un sombrero negro y puntiagudo, si tiene ala ancha mejor puesto que podréis taparos un poco la cara y dará un aire más misterioso.
  • Una nariz postiza de bruja (llena de verrugas y de un tamaño bastante grande) o bien, una masilla para hacer heridas o cicatrices si queréis hacer vuestras propias verrugas. Ambas cosas se pueden encontrar fácilmente en una tienda de disfraces cualquiera e, incluso, si ya estamos en plena época de fiestas de Halloween, en alguna gran superficie.
  • Una escoba (con cerdas que no sean de plástico, pues quedaría un poco extraño…).

Pues bien, simplemente con estas tres cosas básicas ya podremos decir, al menos, que vamos disfrazados de bruja/o. Digamos que son los «ingredientes básicos» de cualquier bruja/o que se preste.

En cualquier caso, podremos añadir un montón de elementos más para que nuestro disfraz deje a todos con la boca abierta.

La ropa que llevemos puesta también es importante. No es lo mismo una bruja/o con chándal que uno vestido como tiene que ser. En el caso de las chicas, la mejor opción es escoger una falda por debajo de la rodilla y no muy apretada (aunque, como decíamos al principio, también podremos ir de bruja «sexy»…). Y para la parte de arriba una blusa, a poder ser con algún que otro encaje. Para el calzado, unos botines con cordones y un poco de tacón, o bien, algún tipo de zapato que acabe en punta. Y lo más importante, todo ello tiene que ser negro; todos sabemos que a las brujas de verdad no les gustan mucho los colores alegres.

En el caso de los chicos proponemos dos atuendos; o bien unos pantalones de cuero y una camisa ancha o bien, una túnica hasta los pies. Todo depende del look que más le guste. Como en el caso del disfraz de mujer, todo deberá ser negro.

Para terminar, y como os decíamos en la entrada anterior, lo más importante de los disfraces es meterse en el personaje…¡que se os note que sois unos brujos malvados con ganas de echar alguna maldición!

Un Halloween de miedo: Zombi

Se acaba el verano, empieza el otoño y Halloween está a la vuelta de la esquina. Por eso, durante las próximas semanas, te iremos proponiendo una serie de disfraces que podrían servirte de cara a celebrar esta fiesta en la que, con toda seguridad, te lo pasarás de miedo.

La propuesta con ladisfraz-de-zombie que abrimos esta serie es todo un clásico; el disfraz de zombie.

Este disfraz es uno de los más baratos y sencillos de realizar que existe. Para la ropa, podremos buscar en nuestro armario y coger algunas piezas que ya no usemos. El tipo de ropa dependerá del tipo de zombi que queramos ser; podemos ser desde un zombi normal y corriente con unos vaqueros y una camiseta cualquiera, a una animadora muerta si podemos hacernos con una faldita, una camiseta y unos pompones de colores. Otras propuestas serían:

– la ama de casa zombi, que conseguiremos poniéndonos unos rulos en la cabeza, una bata de estar en casa y, una zapatillas con pompones de colores, por ejemplo.

– el ejecutivo muerto, si podemos conseguir un traje viejo y un maletín.

– la niña/niño zombi, si conseguimos algún tipo de vestimenta con aire infantil, al que podremos añadir complementos como piruletas gigantes, ositos de peluche, etc.

Estos son algunos ejemplos, pero echándole imaginación podremos ser el zombi que más nos guste.

Con unas tijeras rasgaremos un poco la tela de nuestras prendas de ropa, para dar sensación de viejo. Además, puesto que se supone que un zombi es un muerto viviente, intentaremos manchar bastante la ropa. ¡Cómo si acabásemos de salir de nuestra tumba! Para esto, podemos utilizar betún de color marrón, lo que dará sensación de manchas de tierra.

Por si todavía no lo teníamos claro, hay que tener en cuenta, que un zombi es un muerto viviente, por lo no podremos ir con nuestra cara limpia y reluciente. Para el maquillaje tendremos que simular tener muchas ojeras y estar pálidos (¡ya no corre sangre por nuestras venas!). También podríamos añadir otros detalles como una boca cosida, algunas heridas, etc.

Todos estos efectos los podemos conseguir con maquillaje de tonos muy claros para la cara y pintura de tonos morados para simular nuestras ojeras. Si queremos “coser” nuestra boca, utilizaremos un lápiz negro y dibujaremos los hilos de un lado a otro de los labios. Para simular heridas, podemos comprar sangre de “broma” en alguna tienda de disfraces y dejarla secar.

Una vez que tengamos todo esto, lo único que nos queda es actuar como verdaderos muertos vivientes: arrastrando los pies, con las manos en el aire y emitiendo algún que otro grito de vez en cuando que asuste a los que todavía están vivos.