¿Cómo me disfrazo de pirata?

La idea de disfrazarse de pirata, ya sea por Carnaval o en cualquier otro evento en al que tengas que acudir, es realmente divertida. Evidentemente, el traje puede variar mucho dependiendo de si es para un niño o un adulto, hombre o mujer, pero siempre mantendrá algunos elementos comunes.

Si has pensado confeccionarlo tú mismo, te damos unas cuantas pistas para facilitarte el trabajo.

  • La base de tu disfraz serán unos pantalones negros, cuyas piernas podrás cortar, para conferirles una estética desaliñada acorde al modo de vida de tu personaje. En todo caso, también puedes utilizar vaqueros o pantalones de cuero negro.
  • Por otro lado, deberás contar con una camisa blanca. Ésta puede adaptarse cortandole los puños, o la parte inferior, con forma de picos. También puedes servirte de una camiseta del mismo color, pero que tenga mangas largas.
  • También deberás conseguir un chaleco. Si es colores, tu disfraz será mucho más vistoso. Si no puedes disponer de uno, puedes confeccionarlo a partir de una camisa más grande: en este caso, tendrás que quitar las mangas, el cuello y los botones.
  • Consigue unas botas oscuras. En torno a ellas, y con cartulina, puedes fabricar unos remaches que se adaptarían a éstas.
  • Joyas: aquí, te damos unas pistas respecto al tipo de complementos que pueden resultar de utilidad. Por un lado, cualquier collar dorado puede servir, así como pendiente de aro grandes (sólo te pondrás uno). También sirven los collares de cuentas o un colgante que porte la llave del tesoro.
  • Accesorios para la cabeza: Los pañuelos en la cabeza son muy útiles: el color más usado es probablemente el rojo, pero cualquiera te puede servir. También lo puedes combinar con un sombrero, los cuáles se pueden lucir con mayor gracia si son complementados con trozos de tela, cuentas, joyas, calaveras, cintas, plumas, etc. Para finalizar, un parche en el ojo puede ser la guinda de tu disfraz.
  • Otro elemento que no debería faltar es una espada: puedes conseguirlas a precios muy económicos en los bazares de barrio. Recuerda que la espada típica de pirata tiene el filo fino y alargado y una empuñadura con ornamentos.
  • Si consiguieses un loro de plástico, podría ser fantástico. Piensa que podrías colocártelo sobre el hombro y darle un toque muy original a tu disfraz.
  • Otro accesorio que puedes llevar contigo es un plano del tesoro. Si no sabes dónde encontrarlo, puedes fabricarlo tú mismo: a partir de un papel que tenga aspecto desgastado, basta con que traces unas pequeñas líneas y unas instrucciones. En el lugar señalado, puedes dibujar un cofre del tesoro.
  • En lo que respecta al maquillaje, puede dibujarte cicatrices, ojeras, y con maquillaje negro puedes dar aspecto de suciedad en tu piel. Con él también puedes pronunciar los rasgos faciales para parecer más delgado.

Disfraz de Rudolf

Aún faltan unos pocos días para la llegada de la Navidad. Estos días, por lo general, todo son prisas y preparativos. No obstante, si tienes un poco de tiempo libre y todavía no te has hecho con un disfraz, he aquí una propuesta que quizá te interese.

Rudolf, el reno que acompaña a Santa Claus en la entrega de regalos es, al mismo tiempo su favorito. Lo mejor de hacernos con un traje suyo, aparte de lo entrañable que resulta, es que se trata de un disfraz apto para cualquier miembro de la familia, independientemente de su edad o sexo.

Para confeccionar un disfraz de reno, lo más importante es que consigamos un pantalón –al que podremos añadir un rabito en la parte trasera– y una camisa, camiseta o jersey marrones y, a ser posible, que nos queden holgados. Igualmente, debemos adquirir unos calcetines gruesos blancos y unas manoplas del mismo color. Dependiendo de como sea la prenda que cubre nuestro torso, podemos hacernos con un pedazo de fieltro de un tono un poco más claro para coserlo –o pegarlo– a la altura del vientre. Éste habrá de tener forma redondeada y cubrir hasta el pecho.

En la cabeza estará la clave de nuestro disfraz. Aquí tenemos varias opciones. La primera, y quizá la más sencilla, sea elaborar una careta con un pedazo de cartulina y una goma. La careta tendrá que tener forma ovalada y, al pintar la cara, hemos de dibujar una gran nariz roja (al margen de que hagamos algún agujero a esta altura para poder respirar. Los ojos deben ser también mucho más grandes que los nuestros. Por otro lado, de la máscara debería sobresalir unos cuernos grandes.

La segunda posibilidad parte del maquillaje. Deberíamos colorear nuestra cara de un tono marrón. Si pensamos que esto es incómodo, al menos deberíamos pintar nuestra nariz de color rojo. Sería aún mejor si nos hacemos con la típica nariz de payaso.

En lo que respecta a los cuernos, podemos hacerlos nosotros mismos. Tan sólo necesitamos una diadema un par de pedazos de alambre. Ataremos cada alambre en un lado de la diadema que después llevaremos puesta. Después, lo podemos forrar con cualquier material que se nos ocurra para darle grosor: por ejemplo, con papel de periódico o algodón. Para finalizar, forraremos los cuernos con fieltro o cartulina marrón. Si nos resulta muy complicado, podemos hacerlo directamente con cinta aislante de este color. También podemos hacer unas orejas que sujetar a la diadema por debajo de los cuernos.

Otra opción es comprar directamente un gorrito con la cara de Rudolf. Estos se suelen encontrar con facilidad en los mercadillos navideños. Será mucho más económico que hacernos con el disfraz completo.

Duendecillos caseros

En Navidad, cuando la Estrella Polar brilla más que nunca, los gnomos o duendes navideños aparecen a través de luces de colores que atraviesan el cielo. Estos personajes de la mitología occidental suelen ser representados como seres mágicos y afables que visten con botas, prendas de colores y campanitas; por otro lado, son los responsables de la fabricación de los regalos que Papá Noel reparte a los niños.

La leyenda cuenta que la mayor parte de los duendes son ancianos, sin embargo, en la práctica los hay de todas las edades. Es más, por su reducido tamaño, son los niños los que mejor pueden representar su papel. No obstante, cualquiera puede disfrazarse de duende con las siguientes pautas.

Aunque los duendes son de diversos colores, el suyo por excelencia es el verde. Para elaborar tu disfraz o el de tu hijo deberás conseguir unos leotardos verdes o, en su defecto, unos pantalones ceñidos del mismo tono; también habrás de hacerte con una camiseta en una tonalidad semejante. Sobre estas prenda apenas deberás colgar unos cuantos cascabeles, para que suenen cada vez que te muevas suenen y aporten un toque de sentido del humor a tu disfraz.

Respecto a la camiseta, también podemos optar por el color rojo. Hemos de tener en cuenta que una buena combinación de tonos verdosos y rojizos aportan una estética plenamente navideña a nuestro diseño.

Si somos hábiles con la aguja, podemos conseguir una camiseta más larga de lo habitual y recortar la parte baja en picos, de cada uno de los cuales se podrán colgar cascabeles de mayor tamaño.

En el caso de que nuestra camiseta sea verde, deberemos encontrar uno o varios pañuelos rojos para el cuello y viceversa. De éstos podremos colgar más cascabeles; también tenemos la opción de usar más pañuelos con cascabeles a modo de cinturón.

A continuación, deberemos fabricar nuestro gorro siguiendo las instrucciones del post Crea tu gorro de Papá Noel. En este caso, necesitaremos fieltro, en principio verde; no obstante, también lo podemos combinar con fieltro rojo, dejándonos guiar por nuestro gusto personal.

Por otro lado, con fieltro rojo forraremos las zapatillas, zapatos o botas que el duende se vaya a poner. Una buena opción es que las terminemos en pico y les pongamos un cascabel en la punta o unos pompones blancos. Además, podemos conseguir unos cordones vistosos, o fabricar los nuestros con trenzas de lana de colores.

Si el disfraz es para una mujer, necesitarás una falda: o bien por encima de los leotardos, o sin éstos. Puedes decorar la falda cortando los bajos en picos y agregando cascabeles en sus esquinas. Si tienes el pelo largo, hazte trenzas o coletas.

Al disfrazarnos, deberemos recordar que el traje debe completarse con un toque de maquillaje: unos coloretes rojos o rosas y quizá unas pecas bastan. Si queremos representar a un duende anciano, hemos de conseguir una barba larga postiza.

Disfraz de Mamá Noel

Aunque la figura de Papá Noel está inspirada en San Nicolás de Bari, obispo del s. IV y, consecuentemente, célibe, la evolución del icono de nuestro mítico personaje ha dejado espacio para la aparición de la Señora Claus. Al parecer, esta vive en el Polo Norte junto a su marido, al que ayuda a preparar los regalos y a valorar el comportamiento de los niños durante el año.

La señora Claus —cuyo nombre de soltera es Mary Christmas, por el juego evidente de palabras en inglés—, tradicionalmente ha sido representada como una ancianita rechoncha con vestido rojo y delantal blanco. Muy tapadita ella, al estilo de una abuela tradicional. Por otro lado, cabe destacar, a modo de curiosidad, que se usa a esta mujer como excusa de que Papá Noel no tenga hijos, pues se la considera estéril. Esto daría razones a que Papá Noel sienta una especial debilidad por los infantes.

Pese a que el disfraz de Papá Noel es mucho más corriente que el de su señora, es habitual que muchas parejas del todo el mundo, quieran representar la emblemática estampa casera de la fábrica de juguetes del Polo Norte. Si tu objetivo consiste en convertirte una Señora Claus (o Noel) completa, y deseas confeccionar tu propio disfraz, aquí te presentamos los elementos que habrás de tener en cuenta.

En primer lugar, habrás de confeccionar un gorro al estilo de Papá Noel, el cual te explicamos en el post Crea tu gorro de Papá Noel. No obstante, puedes conseguir un gorro de ducha y forrarlo con fieltro rojo (así como adornarlo a tu gusto cosiendo puntillas blancas: si no sabes hacerlas, puedes comprarlas en mercerías).

Por otro lado, debes conseguir un vestido rojo, corto o largo, a ser posible de tela gruesa, pues en el Polo Norte hace mucho frío. Si el vestido no tiene mangas, o las tiene cortas, deberás conseguir una camisa blanca holagada. Además, si la falda no es muy larga, lo cual es preferible, convendría que te hicieses con unos leotardos blancos.

A continuación, y siguiendo el procedimiento explicado en el post Crea tu disfraz de Papá Noel: los detalles marcan la diferencia, deberás rematar la mangas, el bajo de la falda y, a ser posible el cuello.

Si tienes un delantal blanco, podrás usarlo. En todo caso, con fieltro y algodón o piel de cordero, podrás construir un delantal similar. Recuerda que habrás de recortar un rectángulo que haga las funciones de delantal y una larga tira que coserás a uno de los extremos de éste. Ésta deberá ser un poco larga, pues servirá para anudarlo a tu espalda.

Por otro lado, necesitas conseguir unos zapatos negros o unas botas. Si dispones de unas botas, acuérdate de rematarlas con tiras de piel de cordero.

Por último, intenta conseguir unas gafas que puedes llevar puestas o colgando con una cadeneta que fabriques con lana.