Duendecillos caseros

En Navidad, cuando la Estrella Polar brilla más que nunca, los gnomos o duendes navideños aparecen a través de luces de colores que atraviesan el cielo. Estos personajes de la mitología occidental suelen ser representados como seres mágicos y afables que visten con botas, prendas de colores y campanitas; por otro lado, son los responsables de la fabricación de los regalos que Papá Noel reparte a los niños.

La leyenda cuenta que la mayor parte de los duendes son ancianos, sin embargo, en la práctica los hay de todas las edades. Es más, por su reducido tamaño, son los niños los que mejor pueden representar su papel. No obstante, cualquiera puede disfrazarse de duende con las siguientes pautas.

Aunque los duendes son de diversos colores, el suyo por excelencia es el verde. Para elaborar tu disfraz o el de tu hijo deberás conseguir unos leotardos verdes o, en su defecto, unos pantalones ceñidos del mismo tono; también habrás de hacerte con una camiseta en una tonalidad semejante. Sobre estas prenda apenas deberás colgar unos cuantos cascabeles, para que suenen cada vez que te muevas suenen y aporten un toque de sentido del humor a tu disfraz.

Respecto a la camiseta, también podemos optar por el color rojo. Hemos de tener en cuenta que una buena combinación de tonos verdosos y rojizos aportan una estética plenamente navideña a nuestro diseño.

Si somos hábiles con la aguja, podemos conseguir una camiseta más larga de lo habitual y recortar la parte baja en picos, de cada uno de los cuales se podrán colgar cascabeles de mayor tamaño.

En el caso de que nuestra camiseta sea verde, deberemos encontrar uno o varios pañuelos rojos para el cuello y viceversa. De éstos podremos colgar más cascabeles; también tenemos la opción de usar más pañuelos con cascabeles a modo de cinturón.

A continuación, deberemos fabricar nuestro gorro siguiendo las instrucciones del post Crea tu gorro de Papá Noel. En este caso, necesitaremos fieltro, en principio verde; no obstante, también lo podemos combinar con fieltro rojo, dejándonos guiar por nuestro gusto personal.

Por otro lado, con fieltro rojo forraremos las zapatillas, zapatos o botas que el duende se vaya a poner. Una buena opción es que las terminemos en pico y les pongamos un cascabel en la punta o unos pompones blancos. Además, podemos conseguir unos cordones vistosos, o fabricar los nuestros con trenzas de lana de colores.

Si el disfraz es para una mujer, necesitarás una falda: o bien por encima de los leotardos, o sin éstos. Puedes decorar la falda cortando los bajos en picos y agregando cascabeles en sus esquinas. Si tienes el pelo largo, hazte trenzas o coletas.

Al disfrazarnos, deberemos recordar que el traje debe completarse con un toque de maquillaje: unos coloretes rojos o rosas y quizá unas pecas bastan. Si queremos representar a un duende anciano, hemos de conseguir una barba larga postiza.