Disfraz de romano (para hombres)

En buena medida, el Carnaval moderno está asociado a la época romana. Las fiestas que ahora celebramos toman muchos elementos de algunas de las celebraciones romanas más clásicas, como aquellas cuyo motivo adorar al dios del vino Baco (bacanales), como las que homenajeaban a otras divinidades (las lupercales, por ejemplo).

En este sentido, la opción de disfrazarte de romano puede ser muy divertida si planeas tu atuendo con tiempo. Es bastante fácil confeccionar el disfraz casero.

Los romanos solían llevar túnicas, confeccionadas habitualmente con lana blanca. No tenían forma, pero solían anudarse al vientre con un cinturón. Este era el atuendo que llevaban en la vida cotidiana.

No obstante, cuando había alguna celebración, solían llevar una toga. Es decir, un semicírculo de tela que caía, normalmente, sobre el hombro izquierdo. La toga normalmente era blanca pero los miembros pertenecientes al clero o los magistrados llevaban una toga de color rojo oscuro; por otro lado, aquellos que estaban de luto la llevaban negra y los generales portaban togas de color morado.

Para complementar este disfraz que, como ves, es muy fácil de confeccionar, puedes optar por diversos accesorios. Por ejemplo, una diadema de laurel. Puedes hacerla tú mismo a partir de una ramita de laurel o recortar las hojas con esta forma en una cartulina verdosa que puedes pegar a una cinta elástica, un aro de tela o de alambre.

Por otro lado, también estaría bien que consiguieses un casco, un escudo y una espada, si quieres hacer el disfraz de un romano militar. También sería estupendo que consiguieses una coraza, pero esto es más difícil de adquirir (y más costoso).

En el caso de que no tengas mucho presupuesto, será mejor que optes por representar a un esclavo, que llevaban una tunica corta y sencilla, con un cinturón apenas.

Si vais a acudir a una fiesta inspirada en esta temática, también podrías sorprender al resto de los invitados disfrazándote de cualquiera de las divinidades que habitaban el Olimpo. Ya sabes: Zeus, Venus, Baco, etc. Lo mejor de esta opción es que cada uno de ellos tienen símbolos que los representan: por ejemplo, si vas de Baco, deberás llevar una copa de vino y un racimo de uvas; si te disfrazas de Zeus, en cuanto vean tu tridente, te reconocerán.

Otra opción, es que optes por disfrazarte de monje. En los últimos años del Imperio Romano, empezaron a fundarse los monasterios religiosos. Este disfraz es bastante sencillo también: apenas necesitarás una túnica marrón sencilla a modo de hábito, una cuerda como cinturón, una cruz y un libro antiguo.

Lo más importante, como siempre, es que le eches imaginación a tu disfraz y dispongas de un poco de tiempo. En este caso también puedes leer algo sobre la época. Quizá esto te aporte ideas que te ofrezcan la posibilidad de llevar un disfraz único, fácil y original.

Disfraz de romana

Hace poco publicamos un artículo en el que os presentábamos unas cuantas claves para confeccionar tu propio disfraz de romano. En Carnaval es uno de los disfraces más socorridos. Primero, porque el espíritu de la sociedad romana encaja perfectamente con el aire lúdico de esta festividad. Y, por otro lado, porque en otras fechas, como Navidad o Halloween, nos tenemos que disfrazar en base a temas más limitados en los que este disfraz no parece muy compatible.

No obstante, las ideas que os aportamos estaban mucho más enfocadas a confeccionar disfraces de hombre. Por esta razón, hoy hablaremos de cómo las chicas podéis crear vuestro traje de romana.

Las damas romanas solían vestirse con túnicas blancas. Puedes hacerla un poco más corta que la del hombre. Puedes decorarla con tiras de colores en los bordes. Las cintas las puedes comprar en cualquier mercería de barrio. También solían llevar, especialmente en las celebraciones echarpes o capas sobre el hombro. El color más frecuente y vistoso para confeccionar esta prenda es el rojo.

Por otro lado, las damas llevaban pendiente largos, collares y muchos anillos en los dedos. Para los pies, la mejor opción son las sandalias de cuero. Si consigues unas de esas que tienen cuerdas que se anudan a la pierna, será mucho mejor. Para una dama siempre son mejores los colores dorados en las sandalias, pero éstos son más difíciles de conseguir.

Para el pelo, puedes usar una cinta dorada entrelazada. Los recogidos con trenzas que recorren la cabeza también son muy típicos. Emplea un maquille discreto pero cuidado.

Otra opción interesante que tienes, es disfrazarte de vestal. Éstas eran doncellas consagradas al Imperio Romano. Su función consistía en mantener encendidas las llamas de los altares. Sus trajes eran blancos y largos, hasta los pies. Solían peinarse con una diadema y a veces llevaban joyas que colgaban de la frente. En los desfiles y ceremonias ocultaban sus rostros con velos blancos que los cubrían.

Por otro lado, si tus posibilidades de disfrazarte son amplias en lo que respecta a la temática, pero quieres que tenga alguna conexión con la época romana, puedes optar por disfrazarte de alguna diosa del Olimpo. Si te disfrazas, por ejemplo, de Minerva, la diosa de sabiduría y de la guerra, puedes usar el traje de dama romana y acompañarlo de un escudo y un casco, así como por algún libro. Por otro lado, si te interesa Diana, diosa de la caza y la luna, la podrás representar fácilmente si llevas un arco y unas flechas y adornar tu túnica con medias lunas.

Otra opción que tienes es disfrazarte de escultura. Para esto tendrás que pintarte de blanco. La ventaja que tenemos nosotras, en oposición a los hombres, que las esculturas de mujeres solían estar vestidas, así que puedes inspirarte en cualquiera e intentar adaptarte lo máximo posible a su pose cuando te fotografíen.