Disfraz de Monje!

Disfraz de Monje

Es uno de los disfraces para adultos más clásicos y fáciles de armar, sobretodo para aquellos casos en que tenemos poco tiempo para la ocasión a la que se debe asistir disfrazado. Sirve tanto para hombres como para mujeres y requiere pocos accesorios.

Se puede resolver con una túnica larga, preferentemente con capucha, un cinturón acordonado y unas sandalias de pecador. Si se le quiere agregar algún detalle se puede incorporar algún elemento religioso, como puede ser una cruz que cuelgue de una cadena al cuello.

Este disfraz tiene el encanto de lo misterioso, porque si la capucha es grande puede ser usada como elemento para tapar la cara parcialmente al momento de aparecer con el disfraz.

En caso de querer aumentar el misterio se podrá agregar un antifaz grande que cubra el sector de los ojos o más aún una careta. Como además consta de una túnica, el cuerpo puede estar muy disimulado dentro de ésta, incluso se puede recurrir al uso de rellenos en distintas partes del cuerpo si uno quiere no ser identificado por su silueta.

Los mejores colores para este disfraz son el negro, gris plomo o el marrón, colores discretos y oscuros que trasmiten la sensación de misterio que se quiere lograr. En contraste los posibles accesorios, como el cinturón o las sandalias pueden ser en tonos más vivos, pero es mejor que respondan a un estilo rústico y austero. Quizás el toque de color se puede lograr en la cadena y la cruz, que pueden ser en un dorado resaltante o combinado con rojos, amarillos o verdes que simulen piedras preciosas.

Es importante, también, la actitud de recogimiento y oración, que debe mostrar el disfrazado al momento de exhibirlo, quizás con las manos juntas y la cabeza inclinada hacia delante, como en ejercicio de meditación.

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Disfraz de romano (para hombres)

En buena medida, el Carnaval moderno está asociado a la época romana. Las fiestas que ahora celebramos toman muchos elementos de algunas de las celebraciones romanas más clásicas, como aquellas cuyo motivo adorar al dios del vino Baco (bacanales), como las que homenajeaban a otras divinidades (las lupercales, por ejemplo).

En este sentido, la opción de disfrazarte de romano puede ser muy divertida si planeas tu atuendo con tiempo. Es bastante fácil confeccionar el disfraz casero.

Los romanos solían llevar túnicas, confeccionadas habitualmente con lana blanca. No tenían forma, pero solían anudarse al vientre con un cinturón. Este era el atuendo que llevaban en la vida cotidiana.

No obstante, cuando había alguna celebración, solían llevar una toga. Es decir, un semicírculo de tela que caía, normalmente, sobre el hombro izquierdo. La toga normalmente era blanca pero los miembros pertenecientes al clero o los magistrados llevaban una toga de color rojo oscuro; por otro lado, aquellos que estaban de luto la llevaban negra y los generales portaban togas de color morado.

Para complementar este disfraz que, como ves, es muy fácil de confeccionar, puedes optar por diversos accesorios. Por ejemplo, una diadema de laurel. Puedes hacerla tú mismo a partir de una ramita de laurel o recortar las hojas con esta forma en una cartulina verdosa que puedes pegar a una cinta elástica, un aro de tela o de alambre.

Por otro lado, también estaría bien que consiguieses un casco, un escudo y una espada, si quieres hacer el disfraz de un romano militar. También sería estupendo que consiguieses una coraza, pero esto es más difícil de adquirir (y más costoso).

En el caso de que no tengas mucho presupuesto, será mejor que optes por representar a un esclavo, que llevaban una tunica corta y sencilla, con un cinturón apenas.

Si vais a acudir a una fiesta inspirada en esta temática, también podrías sorprender al resto de los invitados disfrazándote de cualquiera de las divinidades que habitaban el Olimpo. Ya sabes: Zeus, Venus, Baco, etc. Lo mejor de esta opción es que cada uno de ellos tienen símbolos que los representan: por ejemplo, si vas de Baco, deberás llevar una copa de vino y un racimo de uvas; si te disfrazas de Zeus, en cuanto vean tu tridente, te reconocerán.

Otra opción, es que optes por disfrazarte de monje. En los últimos años del Imperio Romano, empezaron a fundarse los monasterios religiosos. Este disfraz es bastante sencillo también: apenas necesitarás una túnica marrón sencilla a modo de hábito, una cuerda como cinturón, una cruz y un libro antiguo.

Lo más importante, como siempre, es que le eches imaginación a tu disfraz y dispongas de un poco de tiempo. En este caso también puedes leer algo sobre la época. Quizá esto te aporte ideas que te ofrezcan la posibilidad de llevar un disfraz único, fácil y original.