Cotillón (propuestas para Nochevieja)

Para dar la bienvenida al nuevo año, un elemento fundamental que se repite en cada celebración (ya sea una cena familiar o una macrofiesta) es el kit de cotillón. Aunque normalmente dedicamos poco tiempo a confeccionarlo, existe una gran variedad de elementos a nuestra disposición capaces de darle un toque de comicidad y bien humor al ambiente.

Entre los elementos más habituales y fáciles de encontrar, no falta los matasuegras (aquellos tubos de papel de colores que se enrollan en forma espiral y que al soplar desde un extremo se expanden emitiendo un pitido). Además, existen pequeñas trompetas que suelen venir decoradas con flecos de espumillón; por otro lado, existen los collares: los más típicos son los de flores (hawaianos) o espumillón, pero existen múltiples variantes.

Por otro lado, si nos adentramos en los accesorios para la cabeza, tenemos un universo por explorar. En primer lugar, podemos hacer referencia a las pelucas: desde las más clásicas (por ejemplo, una larga melena ruibia), hasta peinados al estilo afro y punkis. Éstas mezclan colores imposibles con todo tipo de formas.

También hay muchas clases de gorros: desde los conos puntiagudos, hasta coronas, pasando por gorritos con diversas temáticas navideñas, como sombreros con la cara de Rudolf, Papá Noel o cualquier otro personaje navideño; o, por ejemplo, con forma de gorro de arlequín, bruja o payaso. También hay carteles con mensajes del estilo “Happy New Year” que se atan con una goma a la cabeza.

Además, otra opción graciosa son las diademas: pueden ser más bonitas y tiernas (por ejemplo, de hada) o surrealistas, como aquellas de las que salen un montón de tubitos de colores u orejas de animales.

En otro orden de cosas, existen muchos tipos de gafas: gigantes, con forma de corazón, de culo de vaso, de ojos saltones (con muelles). Junto a éstas, puede haber elementos adicionales, como narices o bigotes de pega

No podemos obviar tampoco las máscaras, desde aquellas que hacen referencia a personajes de ficción (como la de V, de V de Vendeta) a máscaras más navideñas, o las que nos adelantan a los clásicos carnavales de Venecia. Una alternativa son los antifaces.

Otros elementos que dan vida al cotillón, pero que no se llevan puestos son las serpentinas de colores, los petardos e incluso los fuegos artificiales; otra opción son las piñatas (maravillosas si vais a estar con niños) o cualquier elemento de broma: cajas de susto o flores que mojan. Para finalizar, puedes agregar gominotas a la bolsa del cotillón.

Respecto al uso, debes tener en cuenta que lo ideal es repartirlo equitativamente entre los miembros de la fiesta; también, que aunque debes animar a la gente a participar, no les puedes obligar a llevar o usar algo que no quieren. El cotillón sólo tiene sentido si es para disfrutar todos.

La fiesta del año (propuestas para Nochevieja)

Si en Nochevieja vas a organizar una fiesta y no sabes cómo animarla, te proponemos que la plantees como fiesta de disfraces. Si, dentro de este tipo de fiestas, quieres hacer algo original y no sabes cómo, te recomendamos que sigas leyendo este artículo.

Durante todo el año se prestan ocasiones para disfrazarnos. No obstante, en Nochevieja y Año Nuevo estamos celebrando el cambio a una nueva etapa de nuestra vida. Por eso hacemos balance de todo lo vivido y creamos propósitos con respecto al futuro.

Una fiesta de disfraces “del año”, puede plantearse de muy diversas formas.

La primera de ellas, es que hagas la fiesta de los meses o de las estaciones. Así, por azar o por acuerdo, repartirías los meses u estaciones entre los invitados, para que se disfracen de éstos. Si no tenéis mucho tiempo, las estaciones son más sencillas de fabricar: un vestido floral puede ser suficiente para representar la primavera, por ejemplo.

No obstante, puede ser muy divertido el proceso de construcción de un disfraz de enero, por ejemplo. Tendrías que pensar cuáles son los matices de tu mes, investigar en paisajes, e intentar crear una representación adecuada. Además, durante la fiesta podrías hacer fotos de cada uno y confeccionar un calendario especial que regalarías a tus amigos en la fiesta de los reyes magos.

Otra opción es que hagas la fiesta “de los años”. Te explicamos cómo organizarla: seleccionarías un año históricamente importante para cada uno de tus invitados.

En este punto, puedes hacer un sorteo para repartirlos. No obstante, lo más divertido es que los elijas tú directamente. Por ejemplo, si tienes un amigo economista, le puedes encargar que se vista de 1929 (por el crack) o el 2002 (por la implantación del euro); para el típico revolucionario, podrías reservar el 1968 o el 1864 (año de la primera internacional); para personas despistadas, quizá sería adecuado el 1929 (año de la llegada del Apolo 11 a la Luna). A partir de ahí, todo lo que tienes que hacer es echar un poco de imaginación.

En tanto que anfitrión, deberías reservarte el año que entra, en este caso el 2011 disfrazándote con una interrogación gigante: ésta puede abarcar todo tu cuerpo, o puedes hacerte un gorro con ella.

También puedes instar a tus invitados a hacer breves presentaciones de sus años, y así hacer una fiesta cultural, al tiempo que divertida, que nunca olvidaréis.

Por supuesto, también puedes optar por una fiesta de las épocas. Ya sabes: Neolítico, Edad Media, Renacimiento, Futuro, etc.

Para finalizar, no olvides hacer diplomas para los mejores disfraces y entregarlos durante la segunda mitad de la celebración. Suerte y anímate, esta puede ser una Nochevieja diferente.

La fiesta del peinado (propuesta para Nochevieja)

Cada vez es más frecuente que los cotillones de Nochevieja se transformen en fiestas de disfraces. No obstante, a veces nuestros invitados tienen dificultades para construirse un disfraz completo. Éstas pueden ser de distinto orden: por falta de tiempo, por cuestiones de edad, por razones económicas, etc. En todo caso, hay un tipo de evento —la fiesta del peinado— que causa furor entre aquellos que la experimentan.

En general, el concepto del disfraz parcial suele aplicarse a la cabeza más que a cualquier otra parte del cuerpo. Por eso, muchas personas se disfrazan en diferentes ocasiones apenas con una máscara, peluca, gorro o boina. Este concepto nos invita a jugar sin sufrir las incomodidades propias de un disfraz completo.

La fiesta del peinado sigue una única regla: todos los asistentes tienen que modificar la estética de su cabello de la forma más original posible. Como podéis imaginar, la adopción de una idea tan general se presta a múltiples opciones y sorpresas: siempre hasta el punto que la imaginación de los asistentes alcance.

Por otro lado, a los asistentes se les puede incitar a disfrazarse in situ, en caso de que no hayan participado originalmente. Es decir, que aquel que no haya transformado su peinado puede arriesgarse a verse rociado con aerosoles de colores u obligado a llevar diademas de muñequitos. Con respecto esto, se les puede avisar, “coartándoles” para que participen en la fiesta activamente: todo depende de lo en serio que nos queramos tomar al evento.

Si optas por esta opción para tu fiesta de Nochevieja, te damos algunas pistas:

  1. Crea un eslogan: vivimos en la era de la publicidad, donde las ideas se compran y se venden. Esto hará que tus invitados se impliquen más en la fiesta y vayan con más ganas. Un ejemplo sería “Despéinate para sentir el Año Nuevo”.
  2. Debes establecer algunas reglas con anterioridad: principalmente, para que tus invitados sepan en qué consiste la fiesta puesto que muchas personas no han oído hablar nunca de este tipo de evento. Por otro lado, debes decidir si admites pelucas u otros complementos. También debes decidir qué harás si alguien aparece con su peinado habitual.
  3. Obligaciones de anfitrión. En la medida en que la idea ha sido tuya, debes dedicarle tiempo a tu disfraz. No queda nada bien que hagas que los invitados se esfuercen mientras que tú te pongas cualquier cosa.
  4. Organiza un photocall donde fotografiarás a todos los invitados. Puedes arrepentirte si no quedan recuerdos para la posteridad. Además, deberías pensar en los divertidos montajes fotográficos que puedes hacer.
  5. Crea premios que repartirás al final de la noche. Para esto debes saber si se decidirán en común o crearás un “comité evaluador”. Los premios pueden ser al humor, a la originalidad, a la falta de vergüenza,etc.

Fiestas de Nochevieja temáticas

Aunque antiguamente la noche de fin de año era tan familiar como la de Navidad, con el paso de los años, esto ha cambiado. La celebración de Nochevieja se ha convertido en la excusa perfecta para participar en fiestas que duran toda la noche. Lo más común es que las personas cenen y se tomen las uvas en sus casas con su familia. No obstante, una vez han terminado los brindis de rigor, apenas quedan unas cuantas migajas sobre las bandejas de turrón y la abuelilla empieza a cabecear, empieza la segunda fiesta.

Con el nuevo año, los jóvenes –y no sólo éstos– aprovechan para reunirse en fiestas de mayor o menos envergadura. Tanto da una pequeña reunión entre amigos en un piso de soltero como una macrofiesta en la discoteca de moda: la cuestión es pasarlo bien y lucir nuestras mejores galas para iniciar el año con buen pie.

El hecho de tener que comprarnos un traje, ir a la peluquería y maquillarnos puede ser tan costoso como tedioso, precisamente en un día en el que vamos a tener que aguantar muchas horas despiertos. Es muy difícil que conservemos intacta nuestra estética y es muy posible que nuestras prendes se deterioren (una lástima). Por eso, podemos tomárnoslo con humor y, en lugar de organizar una pasarela de modelos para nuestra fiesta, optar por un plan más original: una fiesta de disfraces.

En el caso de que seamos nosotros los anfitriones y deseemos que nuestra fiesta pase a los anales de nuestra vida, tenemos que tener en cuenta varias cuestiones. Para facilitaros el trabajo, os hacemos un breve glosario puntos a considerar:

1. Date tiempo: sería importante que lo acordaseis por consenso y con cierta antelación para que la gente no se agobie llegado el momento de confeccionar su traje.

2. Elige un tema divertido: un época concreta (las décadas se llevan mucho: años veinte, sesenta, ochenta, etc.); personajes de película, cómic, videojuegos, cuentos populares…;personajes históricos, animales. Incluso podéis disfraros unos de otros por sorteo e interpretar comportamientos.

3. Decora la vivienda o local en consonancia con el tema elegido.

4. Elige música apropiada.

5. Organiza un concurso de disfraces: puedes tomártelo en serio o crear premios de broma. Para esto puedes hacer diplomas con cartulinas o medallas e incluso trofeos con fimo o plastelina. Incluso puedes confeccionar aperitivos temáticos: por ejemplo, haces una fiesta de las mil y una noches, podrías poner dátiles, humus, cuscus o dulces típicos. Todo depende de tu presupuesto, tiempo, ganas e imaginación.

Lo más importante es que crees un clima en el que pasarlo bien. Y el hecho de elegir una fiesta temática es la ocasión para que se den más oportunidades para reír y recordar el paso a un nuevo año en la mejor compañía.