Vestidos de época con bolsas reciclables

Algunas soñamos con un vestido de princesa vaporoso, o uno con mangas abullonadas, o tal vez con vuelo y una gran cola… otras, sin embargo, suspiramos por un vestido ceñido que se ajuste a nuestras curvas y que realce nuestra figura con un toque glamouroso…

Bueno… comprarnos el vestido de nuestros sueños en una boutique puede costarnos bastante caro, pero si deseamos vestirnos con uno para llevarlo a una fiesta de disfraces podemos encontrar opciones más baratas.

Si se nos da bien la costura siempre podemos hacernos algo en tela, pero no es una opción que sepamos hacer todo el mundo…

La otra solución podría ser modelarlo con bolsas de basura. Son baratas, fáciles de modelar y el color negro es ideal para darle un toque de elegancia y brillo.

El plástico produce efectos muy sorprendentes a la hora de dar distintas texturas, así que se puede jugar con las luces y las sombras, además de con las transparencias.

El cuerpo

En el momento de decidirnos por un modelos podemos optar por elegir un corpiño ceñido de palabra de honor al que podemos añadir tirantes por los eventuales accidentes que pudieran surgir.

También podemos hacerlo con pliegues, o con cuello de cisne con dos aberturas a los lados para introducir los brazos.

La falda

Dependiendo del estilo elegido hay muchísimas variantes. A una falda recta se le puede colocar unos volantes del mismo color o de otro.

Si la falda es acampanada podemos hacerle un efecto de globo llenando de aire las bolsas o colocarle pequeñas tiras rizadas haciendo tirabuzones que parecerán plumas.

Complementos

Como joyas podemos ceñirnos una tira al cuello a modo de gargantilla, o a la muñeca como si fuera una pulsera. También podemos realizar algún arrugado en otro color y colocarlo en la falda o en el corpiño a modo de flor.

Como complementos en ropa podemos pensar en unos guantes de medio brazo o un chal o pañuelo. También podemos adornar el pelo con un lazo o colocar en una diadema alguna decoración o tira suelta.

Nuestro diseño único y exclusivo

Mil y una manera de poder lucir un vestido diferente y único diseñado por nosotras mismas y que no nos va a costar una gran cantidad de dinero.

Además, podemos reutilizar las bolsas después de la fiesta y convertirlo en otro modelo diferente para la próxima vez que vayamos en carroza. Eso sí, no olvidéis las campanadas de medianoche.

Vas hecho un “antroido”.

En Galicia una de las formas de denominar al carnaval, la más popular, es “antroido”. Pero además de ser una palabra para definir las fiestas en si, encierra otro concepto. Ir hecho un antroido es ir hecho un desastre, pero también se puede ir de antroido en el carnaval.

Cuando una persona, generalmente un niño, se pone lo primero que encuentra por casa a fin de ocultar su identidad, independientemente de que combinen o no, o de que formen un disfraz coherente o se lleve una careta de caperucita roja con el cuerpo del lobo. Lo importante es divertirse, ocultarse y poder bromear con los que se han atrevido a ir con la cara descubierta por la calle en fechas tan señaladas.

Todo vale en carnaval

Y es que durante estas fechas todo vale para salir disfrazado y pasarlo bien, desde la ropa de la abuela con una peluca afro hasta un mono de mecánico con una careta monstruosa, como por ejemplo la cara de algún conocido líder político.

Solo hay que cumplir dos condiciones:

1)      que no se te reconozca

2)      que no tenga sentido.

Si se cumplen estos dos puntos podrás ir de antroido en carnaval, independientemente de que seas de Ourense o de Lleida.

En muchos pueblos sigue siendo costumbre que los niños, vestidos de esta guisa, visiten las casas de los vecinos para pedir “filloas” y “orejas”, típicos postres de estas fechas, tal como se hace por Halloween en los países de origen sajón o con tradición celta. Si no se tienen dulces preparados previamente lo mejor es dar una propina si no se quiere acabar con los cristales o la puerta de entrada llenos de impactos de huevos podridos o algo peor. Y es que la tacañería no está bien vista y mucho menos en carnaval.

Niños si, pero también no tan niños

Aunque la costumbre de vestirse de antroido es típica de los niños, no es complicado encontrar adultos que acaban con esas pintas, bien por no haberse disfrazado y haber sido “decorado” por sus amigos con lo primero que encontraron por casa, bien por simple dejadez.

Pero no olvides que lo que puede resultar gracioso a los diez años puede ser algo patético cuando se ha superado cuatro veces esa edad y que si se te reconoce puedes ser el blanco de todas las burlas el resto del año. Así que si decides hacer el antroido…¡no olvides tu careta!

Animalitos, lindos animalitos.

Que los niños disfrutan disfrazándose es toda una realidad. No es necesario gastar mucho dinero para hacerles felices, es más, seguro que lo pasan mucho mejor si dejas que ellos mismos se hagan sus propios disfraces.

Una de las cosas más sencillas de hacer son las caretas y vamos a ver dos formas diferentes de realizarlas pero ambas divertidas, baratas y que pueden hacerse fácilmente por los niños.

Vajillas de papel que se transforman.

Unos simples vasos y platos de papel son suficientes para realizar unas divertidas y baratas caretas. Para esta de la foto, un cerdito, es bueno escoger un plato y un vaso en color rosa, pero si no los encuentras compra platos y vasos de papel y no habrá más que colorearlos. Se pueden hacer diferentes ideas, solo hay que pintar un hocico y una cara acordes con el animal que deseen ser.

Dibuja los agujeros para los ojos sobre el plato y recórtalos cuidadosamente con unas tijeras. Si lo va a hacer el niño haz tú un pequeño agujero para que puedan meter unas tijeras sin punta sin ningún tipo de riesgo. Un poco de cola será suficiente para pegar el “hocico” en el que se pueden dibujar unas lineas en la parte superior para simular las arrugas que tiene la naricilla porcina. Dos agujeros en los lados del plato y una goma y ya tenemos una fantástica careta.

Goma Eva para los más perfeccionistas.

Reconozco que soy una fanática de este material que tanto vale para una careta, como para hacer las tan de moda muñecas fofuchas o personalizar un block de notas. Se puede pegar con pegamento normal, pero queda mucho mejor si se une con silicona, utilizando una pequeña pistola en la que se introducen las barritas de silicona que funden y sirven de pegamento para fijar los pedazos de goma eva.

En Internet es posible descargar plantillas con las diferentes piezas para unir y realizar caretas de lo más variado. Es posible encontrar goma eva en todos los colores casi en cualquier librería o lugar de manualidades. Actualmente ya se encuentran fácilmente hojas estampadas realmente preciosas. Se compra en hojas de diferentes tamaños, como las cartulinas o los fieltros, es barata y muy sencilla de trabajar. Incluso es posible darle forma usando un secador del pelo para que quede curvada. Pero en su versión más sencilla y ayudándoles nosotros a unir las piezas con la silicona, es apta para que los niños se realicen su propio disfraz sin ningún tipo de problema.

Logo de los cazafantasmas

Cuando nos disfrazamos en grupo solemos buscar alternativas económicas y fáciles de realizar. Realmente es lo mejor si no queremos complicarnos demasiado la vida y buscamos divertirnos sin demasiadas pretensiones más. A fin de cuentas lo importante es reunirse y disfrutar de las fiestas y no los premios.

Hacerse uno mismo el disfraz cuando se va en grupo tiene como componente añadido la posibilidad de quedar para elaborarlos juntos, con lo cual cada reunión es una prefiesta donde se anticipa la diversión y se fomenta el buen rollo.

Unos personajes de toda la vida que no pasan de moda.

¿Quién no conoce a los cazafantasmas? Una película que es ya un clásico con un logo que todo el mundo reconoce, tenga la edad que tenga. Y precisamente el logo de esta película es la propuesta para este disfraz barato y divertido.

La ropa se puede realizar tan simplemente como con una sábana vieja de color blanco que ya no usemos. Le pondremos una cuerda a la cintura para ceñirla y que de este modo nos resulte más cómodo llevarla. Si queremos darle un toque más profesional podemos elaborar el cuerpo, usando una sábana con un agujero para meter la cabeza que nos colocaremos a modo de poncho. El cinturón la acomodará al cuerpo y con otro trozo de sábana o quizás con la funda de la almohada podemos hacernos la capucha del disfraz. No es necesario coser mucho, ya que dos rectángulos unidos son más que suficiente.

Si eres muy perfeccionista puedes elaborar una capucha algo más trabajada, que se parezca a la original del logo, pero una normal valdrá de sobras para conseguir el efecto. Píntale los rasgos sin olvidar la enorme boca con gesto asustado .Unos guantes blancos o pintura de manos blanca darán el toque final al disfraz.

La señal de prohibido, dificultad cero.

La característica señal de prohibido de la imagen de la película “Cazafantasmas” puede realizarse muy fácilmente utilizando cartón y pintura rojo. Primero dibujamos la señal sobre un trozo de cartón. Hay que hacerla de un tamaño que vaya acorde con el nuestro para que quede proporcionada. Cortamos el cartón, que bien puede ser una caja de un embalaje, y recortamos por dentro para hacerla hueca.

Por último solo tendremos que pintar el cartón de rojo con una pintura apta para cartón no tóxica y tendremos acabado nuestro cinematográfico disfraz. Si utilizamos material reciclado el costo del disfraz será cero y aun comprando la tela y el cartón el presupuesto sería muy bajo

¡¡Y yo con estas pintas!

Estás cómodamente en el sofá de tu casa, te dispones a ver una película de video y de repente suena tu teléfono. ¿A que hora pasamos a recogerte para la fiesta de disfraces? ¿Cómo que no te habíamos dicho nada? Va, venga, ponte cualquier cosa que en una hora estamos ahí.

Tienes dos opciones, enfadarte con tus amigos y pasar la noche amargado pensando en lo malas personas que son y lo despistados que se han vuelto últimamente, o improvisar rápidamente algo y salir a divertirte con muy poco presupuesto de disfraz y una gran dosis de cara dura e imaginación.

Señora de la limpieza rústica.

Tres disfraces realmente socorridos que por lo general pueden improvisarse con cosas que todos tenemos en casa. Un pañuelo en la cabeza por el que asomen algunos mechones reales o falso mal peinados, un mandil de cocina que podemos “customizar” con alguna mancha, unos imperdibles y un paño roñoso asomando del bolsillo. Si el mandil es tipo bata nos ahorraremos poner nada por debajo más que unas medias rotas por las que asomen unas piernas bien peludas, ¿no hay medias por casa? Calcetines y a lucir piernas. Si acabas de hacerte la depilación láser un lápiz negro podrá recrearlos sin problemas. Ya de paso puedes ponerte una sombra de bigote, algún lunar poco agraciado y simular algunas arruguitas. Si tienes bigote natural mejor que mejor. Unas zapatillas y un plumero o un paño del polvo y ¡¡ listo para divertirte!!

Una terrorífica momia salida del las pirámides.

Si eres de los que tienes un fantástico botiquín en casa aprovecha las vendas para convertirte en toda una momia del antiguo Egipto. Ponte las vendas por encima de la ropa, a no ser que sea una cálida noche de verano y procura hacerlo de modo que puedas “cambiar el agua de las aceitunas” sin demasiados contratiempos. Deja algunos trozos colgando y ensúcialas para dar un aspecto antiguo. Puedes dejar la cara al descubierto pintándola con un maquillaje fantasmal. Puedes sustituir las vendas con paños blancos o incluso sábanas viejas cortadas en tiras.

Y hablando de sábanas viejas… el disfraz de fantasma nunca falla y no hay nada  más fácil que coger una de esas sábanas blancas de hilo que ya no usamos, hacerle dos agujeros para poder ver y ceñirla a la cintura con un cordón (o no, eso ya a tu gusto). En diez minutos tendremos nuestro disfraz, cutre y algo incómodo, pero que nos permitirá salir del paso.

¡¡Y yo con estas pintas!!

Estás cómodamente en el sofá de tu casa, te dispones a ver una película de video y de repente suena tu teléfono. ¿A que hora pasamos a recogerte para la fiesta de disfraces? ¿Cómo que no te habíamos dicho nada? Va, venga, ponte cualquier cosa que en una hora estamos ahí.

Tienes dos opciones, enfadarte con tus amigos y pasar la noche amargado pensando en lo malas personas que son y lo despistados que se han vuelto últimamente, o improvisar rápidamente algo y salir a divertirte con muy poco presupuesto de disfraz y una gran dosis de cara dura e imaginación.

Señora de la limpieza rústica.

Tres disfraces realmente socorridos que por lo general pueden improvisarse con cosas que todos tenemos en casa. Un pañuelo en la cabeza por el que asomen algunos mechones reales o falso mal peinados, un mandil de cocina que podemos “customizar” con alguna mancha, unos imperdibles y un paño roñoso asomando del bolsillo. Si el mandil es tipo bata nos ahorraremos poner nada por debajo más que unas medias rotas por las que asomen unas piernas bien peludas, ¿no hay medias por casa? Calcetines y a lucir piernas. Si acabas de hacerte la depilación láser un lápiz negro podrá recrearlos sin problemas. Ya de paso puedes ponerte una sombra de bigote, algún lunar poco agraciado y simular algunas arruguitas. Si tienes bigote natural mejor que mejor. Unas zapatillas y un plumero o un paño del polvo y ¡¡ listo para divertirte!!

Una terrorífica momia salida del las pirámides.

Si eres de los que tienes un fantástico botiquín en casa aprovecha las vendas para convertirte en toda una momia del antiguo Egipto. Ponte las vendas por encima de la ropa, a no ser que sea una cálida noche de verano y procura hacerlo de modo que puedas “cambiar el agua de las aceitunas” sin demasiados contratiempos. Deja algunos trozos colgando y ensúcialas para dar un aspecto antiguo. Puedes dejar la cara al descubierto pintándola con un maquillaje fantasmal. Puedes sustituir las vendas con paños blancos o incluso sábanas viejas cortadas en tiras.

Y hablando de sábanas viejas… el disfraz de fantasma nunca falla y no hay nada  más fácil que coger una de esas sábanas blancas de hilo que ya no usamos, hacerle dos agujeros para poder ver y ceñirla a la cintura con un cordón (o no, eso ya a tu gusto). En diez minutos tendremos nuestro disfraz, cutre y algo incómodo, pero que nos permitirá salir del paso.

Disfraces infantiles de poquísimo presupuesto

Los que tienen hijos sabrán lo estresante que resulta diseñar un disfraz para tantas fiestas infantiles, teatros, actuaciones y acontecimientos varios a los que nuestros hijos son invitados. Y es que toda la responsabilidad recae en los padres, los cuales tienen que elegir entre la originalidad y el coste del disfraz.

Muchas veces la solución es más sencilla de lo que creíamos. Y con poco podemos realizar vistosos diseños y muy simpático. Y todo con cosas que podrás encontrar en tu misma casa.

El mapache ladrón

Con solo tres elementos: un calcetín rayado (a poder ser en tonos marrones o blancos y negro), un antifaz simple negro, y dos trozos de cartulina o bien gris o marrón, depende del calcetín elegido.

Es fácil, el calcetín nos hará la función de colita del animal. Lo rellenaremos de algodón, goma espuma o almidón. Y lo coseremos en la parte trasera de un pantalón. Si no quieres dañar un pantaloncito, también puedes coserlo a un cinturón.

El siguiente paso será recortar el antifaz, de tal modo que quitamos el hueco de la nariz y redondeamos. Tiene que quedar como si fuera un “8”. Después cogeremos la cartulina y haremos dos triangulitos que pegaremos en el antifaz, y servirán como orejas.

Rodolfo Reno

Disfraz que también puedes reservar para navidad. Solo necesitaremos una sudadera con capucha, a poder ser en tonos marrones. Dos guantes y un trozo de tela blanco o beige.

La técnica es sencilla, cogeremos los guantes y rellenaremos con algodón, almidón y goma espuma, hasta que se quede rígido. Después los coseremos en la capucha de la sudadera elegida.

Para terminar, le coseremos en la delantera el trozo de tela, que marcara la tripa del animal.

Y para que sea el genuino Rodolfo Reno, no olvides pintar la nariz roja de tu hijo o ponerle una nariz bien grande de payaso.

Animales de la noche

El animal más nocturno lo encontramos en este gracioso búho. Quizás el más complicado que realizar pero también muy vistoso. En este caso necesitaremos cartulina blanca, témperas, una camiseta vieja de adulto y retales de tela grises, blancos y ocres.

Empezaremos por hacer el antifaz, que debemos de realizar con dimensiones grandes, en las cuales se identifique un pico y unos ojos enormes. Los decoraremos pintándolos con temperas y le pondremos una gomita, cordón o lazo para sujetarlo a la cabeza.

Luego cogeremos la camiseta vieja y le quitaremos las mangas. Después trazaremos una plantilla en uno ellos retales con forma de arco de media punta. Cortaremos un gran número y los iremos cosiendo a la camiseta hasta cubrirla por completo. Haciendo así las plumas.

Aprovecha la primavera para renovar  tu armario y reciclar las prendas. Consigue crear  estos  animalitos del bosque.

 

Jugar en días de lluvia

Dios sabe que quiero a mis sobrinos, pero estos días de lluvia hace que se me olvide a veces… No podemos ir a dar una vuelta, ni jugar en el jardín. Lo único que quieren es jugar con mi vieja consola o engancharse a la tele. Si a ti, querido leyente, te pasa como a mi, te diré la solución: cajas de cartón.

Acuérdate de cuando eras un niño, cómo te entretenías con poco y la de horas que podías estar así. Eso es algo innato en los niños, aunque los veas imposible hoy en día con tanta tecnología. Solo hay que fomentar su creatividad y es justo lo que vamos a hacer. Y todo gracias a una caja de cartón.

 El robot, todo un clásico

Toda una leyenda de los disfraces, creo que todos los niños (y no tan niños) lo han llevado alguna vez. Cogeremos la caja dejando la abertura en la parte de abajo, dejando el culo hacia arriba. Después trazaremos una circunferencia grande para la cabeza, y a los lados para los brazos. Una vez hecho el cuerpo, sólo queda mejorarlo.

Podemos pintarlo o bien forrarlo con papel de aluminio. Si le pegamos tapones de refrescos podemos hacerle los botones para darle mas realismo. Incluso podíamos hacerle con una caja más pequeña la cabeza. En la que dibujarle una boca que simule un sensor de sonido, con barras de gráficos que suban y bajen.

 Palomitas de maíz

¡Un disfraz de cine! Siguiendo el procedimiento del robot, hacemos los huecos de la cabeza y los brazos. Una vez teniendo agujero para las extremidades, pintaremos la caja a rayas anchas rojas y blancas, que será perfecto con tempera. Solo pintaremos en vertical, la parte superior ira de otra forma.

Ahora, tocará arrugar hojas de papel, haciendo bolas. Podemos hacer de diferentes tamaños y evitaremos que se queden compactas. Las palomitas se quedan abiertas, y queremos conseguir esa sensación. Después las pegaremos en la parte superior amontonándolas. Puede mejorar el disfraz si con un papel amarillo escribimos la palabra “popcorn” y pegamos en el frontal.

 Vuelta en globo

El disfraz más original, a mi parecer. Necesitaremos quitar lo que es el culo de la caja, dejando sólo los laterales. Una vez quitados, podemos dejar el cartón bruto o dibujarle con rotulador negro un trenzado imitando al mimbre propio de las cestas.

Ahora vendría la parte mas complicada, que sería rellenar varios globos de colores de helio, que haga que floten, atándolos con cordeles a la cesta.

¡Y ya está la tarde echada!

El humor, nuestro mejor aliado a la hora de escoger disfraz.

Los carnavales son tiempo de diversión, nos disfrazamos para ser otra persona durante una noche y disfrutar soltándonos el pelo y comportándonos de una forma diferente a cómo lo hacemos los 364 días restantes del año.

Estar desinhibidos, abiertos a la broma y a reírnos de todo, incluidos nosotros mismos, es la mejor actitud para disfrutar de una fiesta de carnaval de la forma más intensa y sana. Además cargaremos nuestras pilas de una forma difícil de explicar tras la locura que suponen estas fiestas.

Pasarlo bien con un cambio de mentalidad.

Por muy serios que seamos el resto del año, por muy responsables que nos sintamos en nuestro trabajo o con nuestras familias, si vamos a participar en el carnaval y disfrazarnos es mejor olvidarnos de todo eso. Hasta la persona más seria necesita un tiempo para relajar los hombros y reír.

Lo que pasa en una fiesta de carnaval queda en la fiesta, es algo mágico que nos incluye a todos y que nos hace partícipes de unos momentos de risas, de diversión y de compañerismo que nos hace sentir más unidos y más en paz con todo el mundo. Olvidar durante un día todos los problemas del día a día, enfundarnos en un traje que jamás habríamos pensado en ponernos y salir a la calle con otra gente que hará exactamente lo mismo es toda una experiencia.

No confunda humor con ridículo.

Siempre se dice que en carnavales hay que dejar el sentido del ridículo a un lado. Hasta cierto punto es así, pero también es verdad que debemos de sentirnos cómodos con lo que hacemos y con la ropa que nos hemos puesto. O por el contrario, que los demás también se sientan cómodos con la imagen que llevamos. Despertar la risa de los demás es todo un éxito. Despertar la vergüenza a ajena no es algo tan loable.

Casi todo vale en el carnaval. Pero recuerde, “casi todo” y hasta estas fechas tienen sus límites a la hora de soltarse el pelo y terminar siendo motivo de sonrojo de los más allegados. Cada persona, conforme a su forma de ser, deberá de marcar sus propios límites.

Un disfraz comprado o uno casero, lo importante es divertirse.

No piense que por invertir más dinero en su disfraz se lo pasará mejor o llamará más la atención. Gaste lo que pueda o quiera en su traje pero siempre hay alternativas para utilizar ropa y objetos que todos tenemos por casa de modo que no tengamos que gastar más que una pequeña cantidad en complementos como gorros o pelucas.

Hay disfraces para todos los presupuestos y en el carnaval la diversión es segura independientemente del poder adquisitivo de la persona.

¿Comprarlo o hacerlo con tus manos? www.midisfraz.com

Aunque comprarlo hecho sea la opción más cómoda e incluso algunas veces resulta más barato y menos engorroso. La elección está en si tenemos ganas y tiempo para hacer un disfraz y personalizarlo del todo o preferimos algo que más o menos venga hecho y después darle nosotros mismos nuestro toque personal.

Hacerlo también tiene ventajas, no os creáis, solo que la comodidad y la falta de tiempo que tenemos algunos no nos dejan ver su lado positivo. Si decidimos que el traje va a ser nuestra creación, podremos hacerlo a medida y ajustado a las características de nuestro cuerpo.

Además la ilusión de ponerte algo que te ha costado esfuerzo y has seguido todos los pasos de su creación hace que te sientas «orgulloso» de ti mismo y alimentes tu ego por haber conseguido coserlo, diseñarlo y llevarlo sin que se caiga a trozos.

Comprarlo, pero a un precio razonable

Si al final elegimos la opción de compra, en www.midisfraz.com se pueden encontrar diferentes estilos de disfraces y para todos los miembros de la familia. Personalmente la sección para bebés me ha parecido de lo más gracioso. Puede disfrazarlo de conejito, de bucanera, o de abejorro por menos de 15 euros.

Para los padres, también existen diferentes opciones, según lo elaborado o lo simple que se quiera el traje, los gustos de cada uno y del presupuesto que se tenga para este fin. La verdad es que existe una gran variedad, ofrecen atuendos carnavaleros desde 5 hasta 50 euros el más complejo.

En este tramo de precio podremos elegir entre convertirnos en un soldado, en un chulapo, en una bailarina de cabaret o en un yogui por ejemplo, a un precio razonable y al alcance de todos. En este momento de crisis, las empresas de disfraces también tienen que hacer un esfuerzo para que al menos por un día la gente pueda darse ese capricho.

Complementos

Un buen disfraz requiere a veces de algún accesorio que complete el look que queremos conseguir. En algunas ocasiones basta con un poco de pintura en la cara o maquillaje, teñirse el pelo con spray o llevar muchas pulseras o collares.

En esta web tenéis la oportunidad de encontrar algunos de ellos. Gorros, pelucas, capas, mascaras, accesorios para Halloween o Navidad… os pueden venir bien por si os falta algún detalle.

Ofertas

Para aquellos que no tengan una idea en concreto sobre qué quieren disfrazarse, está puede ser una buena oportunidad. Los trajes son de la misma calidad y están rebajados, así que puede que alguno de ellos os guste y lo tengáis en cuenta.