¡Para comérselos!

Ya sabemos que todos los niños pequeños son graciosísimos, bonitos y muy simpaticones y más a los ojos de sus padres. Por eso siempre se conoce la frase típica de ni hay niño feos. Pero parece que hay padres que por si las moscas deciden hacerse suya esa frase tan paternal de “¡es que mi niño es pá comérselo!”

Y ni cortos ni perezosos se presentan en cualquier fiesta o sarao con sus hijos de tal guisa. Despertando con estos divertidos disfraces las sonrisas, que si ya es fácil conseguirlas con los más peques, de más de uno que no puede evitar con estas pequeñas “ricuras”.

Si pensabas que lo habías visto todo de los disfraces infantiles aquí te traemos todo un apetecible bufete a elegir creado por el ingenio de padres de lo más salados y creativos. Te dejamos con ellos esperando que no te suba el azúcar de tanta dulzura.

Niño taco

No sabemos bien si este niño va disfrazado de taco, de kebab, o de fajita. Lo que nos parece es un disfraz súper original que se reconoce bien lo que es con un presupuesto que se puede ajustar a cualquier economía familiar. Sin caer en los disfraces típicos siendo este muy guasón.

Como podéis ver se basa en una estructura de tela la que lleva dentro seguramente una goma espuma, que a la vez de ser blandito para el niño, da una cierta rigidez. Para el relleno de este bocado solo han necesitado papel seda verdes, rojos, naranjas y amarillos. Imitando ingredientes como tomate, lechugas y quesos.

Lo bueno y también malo de este disfraz es que deja al bebe poder gatear y moverse, lo malo es justamente eso a la hora de ponerlo en el cochecito o cogerlo en brazos.

Bebe sin dientes “al dente”

Como un tributo de la comida favorita de los niños, estos padres decidieron disfrazar a su hijo de un plato de espaguetis que deja ver cómo va acompañado de albóndigas. Una receta que hace también referencia a la película infantil “La Dama y el Vagabundo”.

Para realizarlo los padres han tejido en dos de las prendas del bebe unas lanas gordas en color crudo tanto en un sombrerito como en el cuello del niqui o camiseta. Que dan todo el pego simulando ser la pasta.

En este caso han utilizado una especie de barreño para que haga de plato, pero también se puede hacer con una plantilla y un trozo de cartón, haciendo un agujero para que entre el niño. Debajo de este han colocado un mítico mantel de cuadros rojos y blancos, icono de cualquier restaurante italiano.

¡Recién cocido!

En este último caso los padres han querido dar una cierto toque de sofisticación al disfraz de su hijo. Y como de alimentos va la cosa han decidido irse al plato estrella en cualquier restaurante con caché: Una langosta.

Este traje está más elaborado quizás que los otros, pero donde recae toda la gracia es el la forma de trasportar a tu retoño, metido en una olla de cocción.

¿Son o no son unos niños riquísimos?

Los más tiernos de la casa tienen su disfraz adecuado.

Con la llegada de un bebé a la casa todo son novedades: su primera sonrisa, la primera su primer diente y ¿por qué no? Su primer disfraz. Si un bebé ya es de por si tierno y arranca sonrisas, uno disfrazado puede causar doble exclamación en quién lo ve.

Pero aunque no hay que renunciar a disfrazar a un bebé por muy pequeño que sea, hay que hacerlo con un disfraz adecuado a su edad y características para que el también disfrute de la fiesta.

No utilice pinturas ni complementos duros.

Las pinturas de la cara, incluso las de mejor calidad y las más suaves, pueden resultar demasiado agresivas para la delicada piel de un bebé. Es mejor evitarnos disgustos y no utilizarlas en los más pequeños de la casa ya que podrían aparecer alergias o simplemente podría ingerir las pinturas y tener algunos problemas gástricos. Ya tendrán años y años por delante para pintarse.

Huelga decir que no se puede utilizar con un bebé un complemento puntiagudo o que puedan comerlos o resultar peligros en modo alguno. Pero también debemos de tener cuidado con aquellas partes del traje que puedan ser demasiado duras o ásperas. En ocasiones los disfraces baratos que compramos en bazares económicos no cumplen todos los requisitos necesarios para que nuestro bebé esté cómodo. Si decide adquirir uno de estos disfraces revíselo concienzudamente.

Un traje adecuado a la época del año.

Escoja un disfraz que esté acorde con la temperatura de mes en que se celebre la fiesta o del local donde vayamos a estar. Recuerde que su bebé no va a poder decirle que tiene frío o calor y es necesario que cuidemos esos detalles. Es más importante que se sienta a gusto que el hecho de que el disfraz sea más o menos bonito.

Procure que la ropa sea fácil de poner y de quitar, ya que probablemente tenga que mudar los pañales del pequeño mientras va disfrazado y si encima debe de hacerlo en un local público no es lo más acertado escoger ropas que lo dificulten. Por su comodidad pero sobre todo por la del pequeño. No olvidemos que para el debe de ser también divertido y relajante.

Y sobre todo no olvide cargar la batería de su cámara  la víspera de la fiesta y tener una amplia tarjeta disponible, porque es seguro que va a volver a casa con una gran colección de fotos.