Este chico es un demonio.

A todo el mundo le inspira ternura un bebé. Muchos dicen que  no hay niños feos y aunque esta afirmación es cuanto menos discutible pocos podemos resistirnos a abrazar y besar a estar criaturitas suaves, inocentes y que sonríen a todo el mundo porque aún no saben de qué va esto.

Disfrazar a un bebé con un precioso traje de cachorrito acentúa este sentimiento y la sensación de querer estrujarlos a todas horas. Y es que las dos cosas más achuchables del mundo: bebes y cachorros, se unen para sacar los ohhhhhh! De todo los abuelos, tíos y amigos…. o no.

Contraste divertido.

Sin embargo en carnaval puede ser muy divertido el contraste entre la angelical imagen de nuestro bebé y un traje que represente todo lo contrario. Por eso es tan divertido disfrazar a un pequeñín de demonio. Su carita inocente contrastará con el traje rojo que representa al malvado ser.

O hacer que sea un terrible monstruo, que más que miedo causará una sonrisa en todos los que lo miren. Lo mejor será que como el no se enterará de nada no se esforzará en poner caras malignas, sino que mirará con sus ojos asombrados y dedicando sus mejores sonrisas a todos aquellos que se acercan a ver su disfraz más de cerca. Seguro que el mismo se reirá dentro de unos años cuando vea las fotos y quizás hasta tu mismo pienses…¡apuntaba maneras y yo lo potencié! Lamentándote.

Accesorios con mucho humor.

Este divertido chupete a la venta en algunas tiendas online es un toque realmente divertido para una fiesta de Halloween. Para el niño no supone ninguna incomodidad pero para aquellos que se acerquen a saludar a la criatura será toda una sorpresa y seguro que causa más de un sustos entre familiares despistados.

Aprovecha mientras se deja y juega con el contraste de sus sonrojaditas mejillas y un traje de terrible dragón escupe fuegos. Los trajes para bebés son generalmente muy sencillos, cómodos y económicos y están pensados para ponerse sobre su ropita normal y para poderlos mudar con facilidad, así que el bebé estará calentito y cómodo y tú no sufrirás una odisea cada vez que notes un tufillo que no será precisamente a azufre.

Has que tu pequeña brujita disfrute del carnaval o de las fiestas de Halloween independientemente de su corta edad y que pueda integrarse del espíritu festivo aunque se pase durmiendo gran parte de la jornada.

Me he quedado en los huesos

De cara al verano son muchos y muchas los que empiezan la operación bikini con la ilusión de quedarse en los huesos y lucir un tipo envidiable en la playa. Pero no me refiero a esta metafórica forma de hablar, sino a quedarse realmente en los huesos, al menos simuladamente, para disfrazarse de calavera en la próxima fiesta temática de Halloween o de terror.

La peculiaridad de este disfraz es que no necesitaras una ropa concreta. Puedes ir totalmente de negro y ser todo un miembro de los Misfits o colocarte una capucha y una guadaña y ser la muerte. También puedes optar por una ropa vieja y raída y convertirte en todo un zombie, o vestir con ropas heavys y una peluca blanca y ser una reformada versión del querido Eddie, el inseparable y monstruoso icono de Iron Maiden.

Su fuerza está en el maquillaje.

La fuerza de este disfraz está en su impresionante maquillaje, así que la ropa será lo de menos para convertirte en el centro de atención de la fiesta, porque nadie permanecerá indiferente a tu escalofriante maquillaje y tendrán que mirarte al menos dos veces para comprobar que estás vivo.

Y lo mejor de todo es que es realmente sencillo de realizar: lo primero que tienes que hacer es cubrir la cara completamente con maquillaje blanco, grueso y que cubra totalmente la piel. Deja sin pintar dos redondeles alrededor de los ojos, la punta de la nariz y una zona amplia alrededor de la boca. Cubre la zona de los ojos y la punta de la nariz con pintura negra para la piel.

La sonrisa, la clave de tu look.

La cadavérica sonrisa es la clave para que este disfraz sea tan impactante. Con un lápiz negro de ojos dibuja los dientes uno a uno con cuidado. No tienen que ir perfectos, pero cuantos más realistas queden más escalofríos causarás cuando te miren. Vete cubriendo todo con pintura negra y al final rellena los dientes con maquillaje blanco del que usaste para el resto del rostro.

Si te gustan los detalles sangrientos puedes comprar pintura roja y dibujar una línea horizontal irregular por el cuello, a modo de gargantilla, simulando un enorme tajo que haya sesgado tu cabeza. Incluso puedes trazar varias rayas negras verticales para que parezca que ha sido cosida o grapada nuevamente.

Es un disfraz ideal para realizarse de forma individual o para ir en pareja, vestidos de aterradores novios de ultratumba.