Disfraz de fregona, divertido y barato

Cuando nos disfrazamos en grupo hay tres requisitos fundamentales a la hora de escoger un atuendo para todos:

Barato: Cada persona es un mundo y tiene su presupuesto. Una cantidad que para mi puede resultar modesta para otro puede suponer un sacrificio desembolsarla. Intentar conseguir el máximo resultado con el menor dinero posible es lo mejor para que todos disfrutemos del carnaval.

Fácil de realizar: No todos somos unos manitas y escoger un disfraz que implique dificultad para realizarlo puede terminar como el rosario de la aurora. O bien algunos llevarán algo que no se parece en nada al proyecto original o bien los más dotados para las manualidades terminarán con trabajo extra realizando los trajes de los compañeros. Con imaginación se pueden hacer cosas bonitas y muy sencillas.

Consensuado: Tiene que gustarle a todo el mundo. Evidentemente en un grupo grande habrá gustos diferentes y hay que saber ceder, quizás no puedas convencer al resto de que tu primera opción es la mejor,  pero tampoco  hay necesidad de usar un traje que desagrade.

Una idea divertida y sencilla.

El disfraz de fregona es muy sencillo de realizar y realmente llama la atención por su originalidad. Además es muy cómodo de llevar y no supone un problema para poder disfrutar toda la noche sin que nos estorbe o nos impida comer y beber.

Se puede realizar con una versión básica y una algo más elaborada, a gusto del usuario. Para la versión básica necesitaremos una cartulina roja y bolsas de basura grandes de color amarillo, también unas tijeras y pegamento. Lo primero que haremos con la cartulina roja es construir un cilindro donde nos quepa la cabeza. Haremos una abertura en forma de óvalo para la cara. Por su base abierta lo unimos a un círculo del mismo material que sobrepase el tamaño de nuestros hombros. Se cortan las bolsas de la basura en tiras anchas y se pegan al círculo para simular las láminas de la fregona.

Si se quiere realizar un disfraz algo más elaborado podemos confeccionar la base roja de la fregona con tela. El círculo sobre el que van las tiras deberá de estar relleno con cartón o con otro material que le aporte algo de rigidez. Las tiras pueden hacerse con bayetas de las que vienen en rollo, unidas de ser necesario para alargarlas.

Cualquiera de las dos opciones son baratas y fáciles de realizar y aunque la segunda da un poco  más de trabajo tampoco hay duda de que es algo más cómoda y más realista por el detalle de las bayetas.

Los complementos, indispensables en cualquier disfraz.

El traje más caro podría resultar soso si no lo aderezamos con la chispa que le dan los complementos de carnaval. Y, en caso de tener un presupuesto limitado, es obvio que son  lo que marcan la diferencia y hacen que nuestro disfraz barato pueda destacar por su imaginación, humor o su originalidad.

Hay muchos tipos de complementos, desde los más grandes y vistosos hasta pequeños detalles que aportan ese toque en el que hay que fijarse y para descubrir el “secreto” del traje. No dudes en recurrir a los complementos a la hora de dar vida a tu disfraz.

Gorros, pelucas y bisutería de colores.

Sin duda los gorros y las pelucas con los complementos más recurridos a la hora de buscar un traje de carnaval. Una peluca loca de colores llamativos y un enorme gorro en punta ya te convierten en una bruja malvada. Y la bisutería más llamativa y colorista transforma una sábana plegada en un traje de Cleopatra de lo más “lujoso”. Por supuesto no hay payaso que se precie sin una peluca de rizos, un pequeño gorro y la imprescindible nariz colorada.

En cualquier tienda de disfraces o en bazares multioferta puedes encontrar todo tipo de pelucas, bigotes postizos, narices de plástico, mejillas postizas de látex  y un largo etcétera. Estos complementos son tan variados que ya de por si pueden llegar a constituir nuestro disfraz sin necesidad de un traje adicional.

Pinturas y maquillajes de fantasía.

Un maquillaje puede ser el complemento ideal para cualquier disfraz y hacer que destaque entre otros muchos iguales. Si por ejemplo decidimos disfrazarnos todo el grupo de zombis podemos ponernos un traje base idéntico, pero personalizar el maquillaje que cada uno llevamos, de modo que cada uno seamos único e irrepetible.

Individualizando de este modo nuestro atuendo lograremos originalidad sin rebanarnos los sesos y, sobre todo, sin arañar demasiado nuestro bolsillo. Nunca coincidiremos con un disfraz igual en ninguna fiesta, lo cual también tiene su importancia porque, sobre todo para las mujeres, no hay nada peor que ver a otra con la misma ropa… ¡y que encima le siente mejor!

Escojas lo que escojas siéntete cómodo y a gusto.

El objetivo de disfrazarse es divertirse y pasarlo bien. Una careta de látex que cubra toda la cara puede ser muy llamativa, pero si al cabo de una hora vamos a estar sudorosos y desesperados por quitarla no habrá sido la mejor elección. Mejor dejarla para un acontecimiento corto y usar algo más cómodo si la fiesta se va a prolongar toda la noche.