¿Disfraces clásicos o disfraces inventados?

Disfraces

A la hora de decidir un disfraz nos encontramos con diferentes opciones que se nos presentan: podemos pensar en uno clásico o en uno creado por nosotros mismos.

Los disfraces clásicos son aquellos que sirven siempre, no pasan de moda, los usamos hace unos años y los podemos seguir usando, quizás lo tenemos guardado e nuestro guardarropa y lo adaptamos para cambiarlo un poquito.

Tienen la ventaja que nos sacan de apuro, no necesitamos pensar demasiado para usarlo. Si no lo tenemos, lo podemos conseguir fácilmente en casas especializadas de alquiler o venta de disfraces.

Pueden ser de diferentes tipos, según se trate de disfraces para adultos o para niños, pero, en general refieren a categorías, como pueden ser distintos tipos de animales, disfraces de nacionalidades, razas o tribus, disfraces de distintas épocas (muy usados también para espectáculos teatrales o cinematográficos), de personajes de cuentos o héroes de películas, disfraces religiosos, de brujas o góticos y en el caso de los adultos disfraces sexys o atrevidos. Todas estas categorías refieren a modelos que se pueden conseguir ya confeccionados, en diferentes talles y medidas.

Los disfraces inventados o creados por nosotros mismos requieren un poco más de esfuerzo de imaginación y creatividad. También requieren más tiempo para armarlos o mandarlos a hacer.

Como ventaja seguramente es el disfraz que pensamos para “esa” ocasión. Es el que soñamos llevarlo puesto. Es el ideal para la fiesta o el evento al que vamos a concurrir. Está totalmente adaptado a nuestros gustos y al lugar en que se lucirá.

No los podemos dividir en categorías, porque es un disfraz absolutamente original, que sale de la cabeza del que lo crea.

Generalmente son aquellos disfraces sobre los que más se habla en una fiesta, porque más allá de que esté bien o mal confeccionado, más allá de que le quede bien o mal al que lo lleva puesto, su originalidad es lo que atrae. Y en este campo la variedad puede ser muy amplia.

En suma, disfraces clásicos u originales es la opción, dependiendo de nuestros objetivos al disfrazarnos.

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Las Alicias más maravillosas

Parece que desde saliera al cine la película basada en el clásico de Disney “Alicia en el País de las Maravillas”, de director carismático Tim Burton, allá por 2010. Todo el mundo se lanza en crear su propia versión de la singular Alicia.

Quitando las versiones, llamémoslas no actas para todos los públicos… La verdad es que podemos encontrar muchos y muy variopintos disfraces que cumplen a la perfección el espíritu lleno de fantasía que encierran este libro aparentemente infantil, aunque cada vez disfrutamos más los mayores.

Todo esto sin perder su clásico vestido infantil azul, su mandil y los típicos complementos. Por lo que se puede reconocer a la perfección a quien rendimos tributo con nuestro traje. Sé que puedes pensar que siendo así no se puede ser muy original, por eso aquí te dejamos una selección de auténticos trabajos de diseño de moda. ¿Quieres verlos?

Un traje con mucho cuento

¿Cómo se puede contar un cuento entero en un traje? Pues aquí tenemos la prueba de cómo. En este traje tan peculiar podemos reconocer hasta a 4 personajes del cuento sin perder la esencia de Alicia. A la que reconocemos por el corte del traje, su mandil y la melena rubia.

Si nos fijamos podemos ver como se representan a otros personajes, como en el sombrero, el símbolo más característico de El Sombrerero Loco. Un corazón centrado en su mandil, la malvada Reina de Corazones. Y un juego de naipes en sus medias, un guiño a las cartas soltado de la película infantil. ¿Es o no un vestido completo?

Alicia y el gato

En este disfraz podemos ver como su creadora ha plasmado a la perfección dos de los personajes más carismáticos. Alicia, que no puede faltar, y el gato de la película. Teniendo las dos opciones de disfraces tan buenos ¿por qué quedarse solo con uno?

Para elaborar el disfraz de gato esta chica ha cogido un traje de maya morado, para hacer las rayas un espumillón rosa y una peluca a juego, todo esto cosido a la mitad de traje de Alicia. Que ha completado con pintura corporal morada y la gran (media) sonrisa de este gato. Un trabajo verdaderamente complejo, pero muy vistoso.

¡Bébeme!

Esto era lo que citaba un delicioso pastelito que hacia crecer y crecer a Alicia para poder adaptarse al este peculiar país. Claro que, si no controlas bien el bocado que le metes te puede pasar como a la pequeña del siguiente disfraz.

En este caso han querido representar esta escena construyendo encima de un disfraz de Alicia una casa de cartón, haciendo un guiño muy ocurrente a la película.

Espero que estas ideas te hayan servido para imaginar otros disfraces los cuales se les puede dar una vuelta más y customizarlos con mucha imaginación, pues no todo es lucir cacha.

Sea el más original de la fiesta usando lo más clásico.

Muchas veces para ser el más original de una fiesta no es preciso buscar lo menos visto, sino ir a lo más clásico y que poca gente se atreve a utilizar. Ir al corazón del carnaval, a su misma esencia y utilizar algunos de  los elementos más clásicos del mismo pueden proporcionarnos originalidad y elegancia y hacernos destacar en cualquier fiesta.

Las máscaras clásicas del carnaval nunca pasarán de moda y pueden ir desde las más sencillas que recrean los rostros del teatro mostrando las diferentes emociones, hasta las más elaboradas máscaras venecianas con sus hermosos diseños rococó que nos trasladan a otra época con solo mirarlas. Un traje que en principio no es nada fuera de lo normal puede resaltar y cobrar vida con uno de estos complementos tan clásicos pero tan originales a la vez.

Trajes de los carnavales sudamericanos.

Los coloridos carnavales brasileños son quizás los más conocidos de los carnavales sudamericanos, pero son muchos los países latinos que los celebran a lo grande. Sus vistosos trajes resultan de lo más original y alegre y siempre triunfan en cualquier fiesta a ambos lados del charco.

Puede utilizar desde las ropas típicas de los desfiles de carrozas hasta derivaciones de trajes indígenas adaptados para las fiestas. No pasará desapercibido con estos llamativos atuendos tan llenos de color y de alegría. Lo que en un país pueden ser ropas comunes o folclóricas, en otro lugar pueden ser parte de un disfraz diferente y que se desmarque de lo común.

Y si se atreve, conviértase en la reina de la fiesta.

Los llamativos trajes de las reinas del carnaval no están al alcance de la mayoría de nosotros, pero si una versión más sencilla de la misma, donde la imaginación suplirá la falta de presupuesto. No tema abusar de los complementos, diviértase cubriéndose con collares y abalorios de colores.

Eso si, procure que el traje resulte algo más cómodo que los originales o su noche puede resultar tremendamente larga. Cuidado con las faldas demasiado armadas que pueden evitar incluso que la persona que las vista sea capaz de sentarse. Los altísimos tacones y las llamativas plataformas deben de descartarse a no ser que se esté muy acostumbrada a calzarlos o el espíritu de sacrificio en pos de la imagen sea muy grande. Sobre todo cuando es un hombre quien calza este tipo de zapatos.

Los clásicos del terror salen a la calle la noche de Halloween.

Una noche mágica, portal entre dos mundos para las culturas de origen celta. Durante Halloween la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos se difumina y unos y otros pueden caminar juntos por este mundo. Quizás por eso nos disfrazamos, para que estas criaturas puedan pasar realmente desapercibidas y no sepan si quienes están a su alrededor son humanos o criaturas aún más monstruosas que ellos mismos.

Los clásicos del cine de terror son disfraces recurrentes pero que mantienen todo su vigor y siguen despertando escalofríos en quienes los ven: Frankenstein, el hombre lobo, vampiros, zombies o monstruos del espacio exterior. Todo vale para aterrar a los amigos en la noche más oscura del año.

Disfraces para todos los presupuestos.

Los clásicos del terror pueden adaptarse a todos los presupuestos. Al ser tan populares es fácil encontrar trajes baratos, máscaras o complementos para adaptarlos. Drácula es tan sencillo como ponerse un traje oscuro y unos largos colmillos. Pero si se es un pequeño experto con los maquillajes faciales se puede ir más allá y transformarse en todo un Nosferatu estremecedor.

Un zombie solo viste ropas viejas y desgarradas. Unas ojeras oscuras, algunas manchas en la piel y  un pelo con aspecto mugriento y desaliñado son suficientes para que aparentemos haber salido de las entrañas de la tierra escapando de las descarnadas maos de la muerte.

Una máscara y un traje con grandes hombreras recrearán la versión más económica de Frankenstein. Con pinturas y látex se puede conseguir una recreación mucho más sofisticada para la que no necesitará demasiado dinero extra, aunque si mucho más arte.

Personajes que todo el mundo reconoce.

Puede resultar bastante contradictorio pero estos personajes a parte de ser aterradores son también muy queridos por la gente y a todo el mundo le hace ilusión disfrazarse de esos monstruos que nos hicieron pasar noches en blanco bajo las mantas durante la niñez.

Halloween es un poco eso, volver a la infancia, a la ingenuidad con la que vimos nuestra primera película de miedo a escondidas de nuestros padres. A ese placer que se mezclaba con el miedo cuando contábamos historias de terror en los campamentos de verano. Disfrazarnos de estos monstruos clásicos es rendir un homenaje a todas esas sensaciones que nos negamos a olvidar porque están entre nuestros mejores recuerdos.