Una fiesta con muchos aperitivos

No sé si será la dieta, la falta de azúcar, pero me paso el día pensando en comida, como suele pasar. Aun así doy gracias por tener donde entretenerme escribiendo este blog y así logar separarme de las constantes idas y venidas del frigorífico. Pero lo peor estaba por venir…

Estaba yo tan bien, a gusto, delante de mi portátil buscado disfraces nuevos cuando… ¡no puede ser!, esto es una broma, ¿verdad?, ¡¿disfraces de bocadillos y ricos postres?! ¿A que dios he podido ofender para que me castigue de esta forma? Y es que decirme que no tienen buena pinta…¡¡ÑAM!!

Solo le falta la mayonesa

Esta buena familia con estos hábitos tan saludables, han querido compartir y complementar su disfraz de este año recreando los diferentes ingredientes para la creación de un sándwich de bacon, lechuga y tomate.

De esta forma, son los padres quien van de pan de molde superior e inferior y sus tres hijos los que representan el bacon, la lechuga (sin dejar de ser una autentica princesa) y el pequeño un tomate, que bien podría ser un tomatillo cherry.

Bocata para el recreo

Ays… Esos recreos en el cole que tantos buenos ratos nos han dado, comiéndonos un buen bocata de chorizo, que se te repetía todo el día (doblemente si era cantimpalo), envueltos en papel de aluminio. Que recolectábamos para formar una pelota y jugar al fútbol.

Pues algo así tuvieron que recordar estas dos amigas cuando decidieron disfrazarse de nada más ni nada menos que unos bocadillos de mortadela con aceitunas. De tal forma que incluso está representado no solo el bocado en el pan, sino también el papel de aluminio que los conservaba frescos. Menos en verano, que el pan se ponía chicle.

Y ahora… ¡algo dulce!

No sé cuando llego el momento en que las magdalenas pasaron a llamarse cup cake y llevar más adornos que un árbol de navidad. ¿Pero sabéis que os digo? Que benditas sean, pues están buenísimas.

Tal es la moda que ya hay trajes no solo caseros, sino también en tiendas especializadas que se basan en este dulce para vestir, de manera más infantil o provocativa, a niñas y mujeres de todas las edades. Pudiendo elegir entre una gran variedad de formas y colores.

Disfraces que no solo abre el apetito (que llegue la hora de la cena ya), sino que nos pueden servir de influencia para próximos eventos. Y poder decir “ya llevo yo algo de picar”.

Gigantes y cabezudos

Recuerdo con especial cariño cuando de pequeños en las fiestas del pueblo nos llevaban a ver el acontecimiento que todos los niños esperábamos con ilusión: los desfiles de gigantes y cabezudos. No sabría bien si llamar a las personas que representaban estos personajes disfrazados, porteadores o actores, porque realmente hacían un poco de todo proporcionando un espectáculo divertido del que niños y mayores salíamos con una sonrisa en la cara.

Los disfraces de gigante y cabezudo se realizaban originalmente en cartón piedra aunque en la actualidad se incluyen otros materiales ligeros como el poliéster o la fibra de vidrio. Una vez elaborada la carcasa se pintaban a mano con colores brillantes y se les acomodaban los ropajes.

En el caso de los gigantes se elaboraba en madera la carcasa para que la persona pudiera llevar al muñeco en procesión por el pueblo. Una variedad de estos eran los gigantes que iban sobre zancos en algunos pueblos, una actividad bastante peligrosa ya que las enormes caretas no les permitían ver demasiado bien por donde iban.

Realeza y personajes cómicos.

Los gigantes y cabezudos son parte del folklore  en toda Europa y cuándo se colonizó el continente americano se llevó para allí la tradición asentándose enseguida en esas tierras. Tradicionalmente los gigantes representan a reyes o a figuras muy importantes de la zona dónde se representan. Siempre tienen un toque de personaje muy importante y suelen salir en parejas.

Por el contrario los cabezudos pueden ser los bufones o cualquier otro personaje cómico o que pretenda asustar y que muchas veces se introduce entre el público y juega a perseguirlos mientras la gente escapa fingiendo estar asustados. Esto causa las risas y la diversión de los más pequeños, que son los que más participan en estos juegos.

Una tradición de siglos

Esta tradición se sigue conservando en casi toda España y normalmente las personas que se meten en los personajes son cada año los mismos. Sobre todo en el caso de los gigantes, ya que hay que tener práctica para poder portear estos enormes muñecos y en ocasiones hacerlos bailar e interactuar entre ellos en un formidable y colorido espectáculo.

Disfrazarse de gigante o de cabezudo no está al alcance de cualquiera pero por suerte todos podemos disfrutar y participar de la fiesta aunque no sea portando uno de eso formidables trajes. Si tienes la oportunidad este verano de ver un desfile en cualquiera de las fiestas que se celebran por todos los pueblos de la península, no dejes de acudir y disfrutar de una tradición que tiene cientos de años tras de si y esperemos que también por delante.

La vieja del visillo

No todas las ancianitas son inofensivas y vulnerables, como bien lo demostraba la abuelita de Piolín cuando se enfadaba con el gato Silvestre al encontrarlo tratando de abrir la jaula de su lindo canario. Cada cierto tiempo aparece una señora entrada en años y con mayor dosis de mala leche para diversión del público y para inspirar los disfraces más divertidos.

José Mota ha triunfado con la vieja del visillo, uno de sus personajes más populares y malvados. Tiene éxito porque todos conocemos alguna cotilla que espía tras las cortinas los movimientos de todos sus vecinos para criticar y criticar luego con sus amigas. Incluso a sus amigas a la mínima que una falte a la reunión diaria dónde se administran los “repasitos” a todo el barrio.

Un disfraz casero muy sencillo

Y en el fondo, todos llevamos dentro algo de la vieja del visillo, así que ¿por qué no lo sacamos fuera y nos divertimos disfrazándonos de la popular señora? Un traje pasado de moda de alguna de nuestras abuelas, falda por debajo de las rodillas de corte recto y oscuro, un moño bien tensado y una rebequita mal abrochada y algo raída y ya tenemos atuendo.

Si lo completamos con unas medias arrugadas en los tobillos y unas zapatillas de paño más bien estiradas seremos todo o toda una aprendiz de espía tras los cortinajes. No olvides su característico gesto con la mandíbula bien tensa y marcada y esa mirada amenazadora que hace temblar a más de uno al insinuar que conoce todos los secretos que oculta.

Y si preferimos las más clásicas…

Entonces nuestra vieja para caracterizarnos es sin duda la Blasa, otro personaje de José Mota, esta con menos maldad pero con igual grado de simpatía, que triunfa en sus programas de humor. La Blasa es la típica vieja de pueblo, vestida totalmente de negro y con un pañuelo que le tapa el pelo.

Para ser una Blasa de manual no pueden faltar las gafas con uno de sus cristales totalmente opaco no se sabe bien si por los arañazos del tiempo o por una graduación exagerada que nos difumina la visión de sus ojos.

Así que en las fiestas de disfraces de este año, las dulces y venerables ancianitas (ejem ejem) triunfan por méritos propios: disfraces caseros sencillos, aptos para hombre y mujeres, fácilmente reconocibles y personajes de moda que gustan a todo el mundo.

Pequeños malvados de película

Como cada año cuando llega Halloween, son muchos los que se inspiran en películas para realizar sus disfraces. Pero más aun los que, por una día, dejan apartado a sus héroes para ponerse en el papel de los malvados o villanos.

Porque reconozcámoslo, es mucho más divertido ser malo y más aún aterrorizar a los demás. Porque son más los que sueñan con Freddy Krueger que con… ¿Alguien se acuerda de quien eran los protas de sus pelis?

Pero si hay algo que aterre a todos por igual son los niños cuando se disfrazan. Con solo una niña en camisón, pálida, despeinada y cabizbaja en un pasillo, no se necesita más, consigue despertar el pánico a todos los que con ella se cruce. Algo más elaborados son los siguientes disfraces, los que os aseguro que os produciría mínimo una risa nerviosa si os piden caramelos con esta pinta.

Chucky ha vuelto

Nunca me dio tanto miedo un muñeco desde Jaimito, la marioneta de Jose Luis Moreno…No se la de veces que me he desvelado para guardar a mi Baby Feber solo porque también era pelirrojo temiendo que cobrara vida como el personaje de El Muñeco Diabólico.

Algo que se ve que también pensaron los padres de este niño, que por el simple hecho de ser pelirrojo sus padres no dudan en disfrazar de Chucky, y la verdad es que he visto otros niños disfrazados, pero este es tan autentico que hasta las cicatrices lo parecen. Para el disfraz solo necesitas un peto vaquero, una camiseta de rallas el pelo o peluca pelirroja hacia atrás, un par de cicatrices en la cara y algún hacha o cuchillo de atrezo.

El Joker, ya un mítico

Mira que ha habido Joker representados en la película de Batman, pero el que interpreto el desaparecido Heath Ledger en Batman, el Caballero Oscuro ninguno, ni siquiera el mismísimo Jack Nicholson. Y es que Legder consiguió dar un carácter terrorífico y más desquiciado aun a este archienemigo del hombre murciélago.

Como vemos en este niño, la fuerza del disfraz está en el maquillaje, el cual es perfecto, ya que es corrido y nuestro hijo no podrá nada más que mejorarlo conforme pase el día. No olvides echarle spray verde para pelo (al lavarlo se quita). Y ponle un traje con chaleco. Listo

¿Juguemos a un juego?

Nunca una invitación para jugar había sido tan…escalofriante. Y esto es lo que consigue el muñeco de la saga Saw. El cual por cierto, creo que nadie sabe cómo carajo se llama. Lo importantes es que es un muñecajo de aparentemente la cara de cerámica. ¿Porque nadie le empuja y se lo carga?

Para este disfraz es necesario comprar una careta del personaje, nada difícil. Luego solo tendremos que vestir al pequeño con un traje negro, unos guantes y pajarita y zapatos rojos vivos. Para mejorarlo hacer que vaya en triciclo.

Por cierto, se llama Billy.

Olé, olé y olé

Las fiestas flamencas son muy habituales en las terracitas veraniegas. Al fresco de la noche nada apetece más que salir a disfrutar del aire libre, un bebida bien fría y un poco de diversión que rompa la monotonía de todo el año. Pero para disfrutar a tope de una auténtica verbena flamenca debes de vestirte para la ocasión.

Los trajes para ella pueden ser de lo más originales, un vestido de tirantes bien marcado y terminado con unos volantes puede servir para la ocasión si no hay a mano un auténtico vestido de gitana. Los complementos ayudarán a crear un aspecto digno de la feria de Abril: mantón, clavel en el pelo, abanico y grandes pendientes circulares.

Para ellos, como suele ser habitual, es más sencillo pues todo está permitido. Pero si se atreven a llevar el típico traje de pantalón negro, torera a juego y gorro cordobés sin duda se quedarán con el personal.

Los más atrevidos pueden ser los reyes del tablao

Pero si lo tuyo es ser original y diferente, vístete de guitarrista gitano con enormes patillas, ya sean reales, postizas o incluso pintadas. Una camisa blanca sin abotonar totalmente, mejor si tiene alguna que otra chorrera y unos vaqueros oscuros que parezca que han sido metidos con vaselina. Y si ya eres de los que van a por toda, una camisa de topos colorida y llamativa. Por supuesto la guitarra no puede faltar para la caracterización.

Y ella puede ser la bailaora que lo acompañe, con su moño, peineta y unos ojos dignos de la mismísima Cleopatra, en lo que a cantidad de maquillaje se refiere. Practica un poco a decir “Ozú,mi arma” al mejor estilo Lola Flores y serás el éxito de la noche. Recuerda que la falda debe de tener mucho vuelo para ser un auténtico “torbellino de colores” en el escenario, así que quizás deberías de plantearte que la ropa interior vaya a juego con el atuendo.

Ejem, vaya, parece que esta bailaora no es demasiado femenina que digamos.

Los complementos

Como en casi todos los disfraces los complementos son muy importantes: divertidos abanicos, enormes pendientes, pañuelos de colores, flores por el pelo, pulseras que tintineen al bailar, fajas divertidas para ellos, gorros un poco de maquillaje y sobre todo mucha imaginación.

En verano escapa de las ropas demasiado pesadas y calurosas, disfruta del fresco de la noche con telas ligeritas y pañuelos vaporosos que no den calor y que puedan quedar  sobre cualquier mesa o silla sin miedo a que se estropeen.

Recicla y se la más original

Lo disfraces en grupo baratos no tienen por que ser cutres si se tiene la suficiente imaginación. En el ejemplo que vemos en la foto estas dos mujeres han sido lo más original de la fiesta sin duda con unos trajes realizados con papel de revista de colores y vasitos de yogurt. Eso si, han tenido que exprimirse un poco la cabeza para idear un traje que sin duda llamó la atención a dónde fueron.

Los disfraces en grupo normalmente deben de cumplir los requisitos de ser fáciles y baratos, ya que no todo el mundo puede permitirse invertir mucho tiempo ni mucho dinero en realizarlos. Quizás este ejemplo os pueda servir de inspiración para la próxima vez que queráis diseñar algo llamativo.

Las buenas ideas son divertidas

Efectivamente, las buenas ideas para disfraces resultan divertidas para quien las viste y para aquellos que las ven. En este caso estas chicas se han vestido de piedra, papel y tijera en un disfraz casero ultra fácil pero que solo tiene sentido si se mantienen juntas. Por si alguien tenía alguna duda el detalle de las diademas indicado lo que son no tiene precio.

En este caso los disfraces son también cómodos y sexys que seguramente era lo que pretendían estas jóvenes, que no querían renunciar a mostrarse muy sensuales pero con buen humor y unas risas aseguradas. Seguro que no pasaron desapercibidas en la fiesta a la que se presentaron con esos atuendos tan originales.

Menos es más

Eso debió de pensar el protagonista de la última foto, que se ha limitado a pintar un mensaje de error en su camiseta. Sin duda es un ejemplo de lo que NO debe de ser un disfraz casero sencillo ni un disfraz reciclado. Y es que hombre…al menos haberte currado el hacer una pantalla de ordenador alrededor de tu cuerpo para mostrar el mensaje.

Y lo cierto es que no hubiera sido complicado, una simple caja de cartón recortada, forrada con papel metálico y con sus teclas y botones en cartulina ya hubiera dado otro aire a una idea que tiene toda la impresión de haberse quedado a medio desarrollar.

Aunque quizás lo que era el objetivo de la fiesta para él, tomarse una cervecita con los amigos, lo ha conseguido con creces y con una mínima inversión. Esperemos que alguien le haya dicho que hay que trabajarse las cosas un poco más.

Fiestas vikingas

En algunos pueblos de la Galiciaatlántica se celebran durante el verano fiestas populares en las que se recuerda como los habitantes de la tierra repelieron con mayor o menor éxito los desembarcos de los barcos vikingos que saqueaban a diestro y siniestro por todas las rutas por las que navegaban desde sus nórdicos orígenes.

No nos engañemos, en el fondo estas fiestas son una excusa para disfrutar de las tres cosas más divertidas que se pueden hacer en verano: disfrutar del mar, disfrazarse y tomarse un buen vino de la tierra.

Pero no son pocos los que se toman muy en serio su papel y se caracterizan a bordo de barcos que imitan las naves vikingas. En algunos casos estas caracterizaciones son dignas del mejor cine histórico y tanto las hordas salvajes como los antiguos y bravos gallegos se toman muy en serio sus papeles.

Un fiero vikingo

Los salvajes nórdicos se visten a base de pieles, eso si, cortas y escasas que aunque el verano en Galicia es más fresco tampoco es para exagerar, y vestimentas que imitan a antiguas ropa de cuero. Por supuesto no pueden faltar los típicos cascos adornados con cuernos que el cine se ha encargado de inmortalizar en múltiples ocasiones.

Se trata de conseguir el aspecto más sucio, salvaje y aterrador posible y en eso no hay duda que son expertos en el pueblo de Catoira, dónde se celebra el desembarco más conocido, aunque no el único en el que podemos usar nuestras ropas de bravo guerrero. En muchos casos los nórdicos saqueadores o los defensores gallegos se confunden un poco con los personajes de Braveheart pero es una pequeña “licencia histórica” que podemos obviar.

Las mujeres también pelean

Y aunque dudo que en aquella época las señoras vikingas viajaran en los barcos junto a sus compañeros, en estos desembarcos son mucho más feministas y ellas participan tanto en los fallidos intentos de evasión como en la defensa del pueblo a saquear. Pueden hacerlos en versiones muy guerras y temibles o con ropajes más sexys al más puro estilo Xena, la princesa guerrera. Un vestido negro convenientemente destrozado, lo largas trenzas y pinturas de guerra que tampoco hay que molestarse en aplicar concienzudamente pues una vez que nos metamos en el agua serán manchones en la cara sin lugar a dudas. En definitiva, sea con un traje fiel a la época, sea con la improvisación más casera, el final siempre será el mismo: los vikingos son expulsados, pero solo momentáneamente pues acabarán uniéndose a la fiesta y disfrutando de la comida y el vino hasta el amanecer.