Cuero, gomina y mucho rock and roll

Hoy os traemos una idea muy estética, divertida y original de fiesta temática. Una fiesta que bien podía celebrarse en una cafetería de cualquier película americana de los años 50-60. Donde compartir un batido en pareja mientras él echa una moneda a la gramola, eligiendo vuestra canción.

La estética rockabilly surgió influenciada directamente del rock and roll, en la década de los 50. Es mezcla de esta palabra y el termino hillbilly, que es una variedad ruda del country.

La estética es muy amplia y variada, la que incluye los típicos modelos Greaser, que todos conocemos por la película Grease, lo que conocemos hoy en día como Pin Up, los rockers y en general todo lo que fue tendencia entre los 50 hasta los 70 y que volvió a los 90 con las cazadoras moteras.

Las guerreras Pin Up

Las chicas entran dentro del estilo Pin Up, influencia que ha estado muy de moda. Se basa en la estética común en los años 50, pero adoptando accesorios masculinos, como pañuelos para usar en la cabeza, camisas de cuadros, vaqueros pitillo remangados e incluso tupes.

Por lo general se usan vestidos y faldas almidonadas, top de corazón atados en el cuello. De colores fuertes, leopardos o los característicos lunares.

Zapatos con o sin calcetines (blancos siempre), que pueden ser de tacón altos, deportivas altas o los creepers (zapatos típicos de suela gruesa).

Los complementos, básicos

Accesorios como gafas vintage, para el pelo como flores y lazos y diademas. Que se pueden usar con el pelo suelto o con coletas. Suelen llevar el flequillo cortado por encima de las cajas y los labios pintados de rojo vistoso.

También puedes ir con una estética menos agresiva. Basada en Shandy, en Grease. Más dulce y angelical, con tu suéter, diadema, media melena con las puntas hacia fuera.

Si necesitas referencias puedes basarte en la mediática Betty Page hasta en la siempre sexy Marilyn Morroe.

Los canallas Rockabillies

El vestuario, que también está muy de moda, se caracteriza por el uso de llamativas chaquetas de colores con hombreras de cuero o moteras. Camisas de cuadro, con calaveras, texanas o camisas blancas. Con pantalones de pitillo vaqueros o negros.

Los zapatos pueden ser básicos negros, botas moteras, los creepers o las ya famosas converses.

Lo más característico y lo que nunca puede fallar para un rockabilly es su peinado, el cual le dará toda la personalidad. Un tupé bien pronunciado y unas patillas bien largas hasta las mandíbulas.

Puedes coger ejemplo en grandes cantantes como Elvis, Johnny Cash. O en personajes cinematográficos como James Dean, John Travolta en Grease o Luke Perry en la popular serie de Sensación de Vivir.

Ladies and Gentlemen… ¡que empiece la fiesta!

Disfraces en equipo

No se trata de comparsas ni de grupos institucionalizados. La idea es otra: se trata de que un pequeño grupo de amigos o una familia se ponga de acuerdo en disfrazarse de un todo cuyas partes las componga cada uno de los miembros del grupo.

El concepto no es, ni con mucho nuevo, pero sí que resulta poco habitual, de modo que vamos a tratar de entenderlo entre todos con un par de ejemplos que me han parecido ilustrativos, a la vez que simpáticos.

Los (malditos) cudrados

Para el primero de estos “disfraces en equipo” necesitaremos una buena cantidad de cartones, rotulador negro grueso, cola y pintura de diferentes colores. La idea es recortar los cartones en forma de piezas de “Tetris” –por duplicado, si queremos que nos cubra el disfraz por ambos lados-.

Hecho esto, con el rotulador marcamos los cuadrados que componen la ficha y los pintamos del color que elijamos o, mejor aún, del de la ficha original. Pintamos también los cartones que ocuparán el lateral y la parte superior de la ficha. Ahora, montamos la pieza, dejando, obviamente, un hueco por el  que podamos pasar la cabeza.

Si queremos que el disfraz quede perfecto, podemos vestir unas mallas del mismo tono que el disfraz y pintarnos la cara de ese mismo color. Eso sí: vamos a procurar hacernos fichas diferentes, que además podemos jugar a encajar en la fiesta o carnaval al que asistamos.

Un círculo amarillo y unos fantasmas

Pero habíamos prometido que hablaríamos de dos “disfraces en equipo”, de modo que eso es precisamente lo que vamos a hacer: darte una segunda idea que, además, tiene en común con la primera que se basa en un clásico de los videojuegos: el Pac-Man o, de toda la vida, comecocos.

Te basta con dos aros de plástico, cuatro listones del tamaño del radio de los aros, tela amarilla, blanca y negra para el protagonista y tela brillante –raso, por ejemplo y, de nuevo, tela blanca y negra. Ten también a mano pegamento. Vamos a confeccionar los trajes.

De un lado, Pac-Man…

Para el circulito amarillo, corta los aros y retírales como medio metro de plástico. Pega los listones en los cortes y únelos en el centro del círculo. Haz lo mismo con los dos aros. Puedes usar los trozos de aro que has cortado para unir uno y otro círculo, pero no es necesario.

Ahora, forra la estructura con tela amarilla: ya tienes el cuerpo de Pac-Man con la boca abierta. Con un círculo de tela bando y otro negro concéntrico pegados ya tienes un ojo. Ponle otro por el otro lado. Deja un hueco por abajo en el que te quepa el cuerpo y por arriba para pasar a cabeza.

… De otro,los fantasmas

Para los fantasmas, basta con que recortes la tela de modo que se queden como ponchos, como ves en la fotografía y les añadas los ojos de tela blanca y negra que más te gusten.

Como ves, no tienen por qué ser grandes comparsas ni agrupaciones carnavaleras las que se disfracen de esta forma. Se trata más bien de una forma muy divertida de “hacer grupo” entre compañeros, amigos, familia…