Al terminar el puente de diciembre, como todos los años, se inició una nueva edición de Expocomic en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo, en Madrid. El objetivo de este tipo de ferias es juntar expositores que traigan al público las novedades de la cultura friki. Por otro lado, el público lo utiliza como excusa para acercarse y conocer a personas con las que compartir sus gustos y debatir sobre sus sagas favoritas.
Como en todo este tipo de eventos, el cosplay es una parte fundamental. Muchos de los asistentes acudieron disfrazados al salón (entre otras razones, porque el domingo, último día del evento, el disfraz asegura una entrada gratuita). Aunque el cosplay predomina entre los miembros de la cultura otaku, en tanto que el Expocomic abarca toda clase de géneros y procedencias de novela gráfica, encontramos cosplayers de casi cualquier cosa.
La impresión general del cosplay de este año no deja un saldo demasiado positivo. Los disfraces era poco imaginativos y se repetían hasta el exceso. El pabellón estaba plagado de intentos de disfraz Naruto o de cualquier protagonista de Bleach. La mayor parte de ellos eran muy pobres y apenas se reconocían por su tosca aproximación a los tópicos estéticos de cada personaje a imitar.
No obstante, de entre la baja calidad generalizada de los disfraces, hubo algunas excepciones que fueron recompensadas en el concurso de cosplay realizado el domingo.
El primer premio del concurso fue para un grupo que representó varios personajes del videojuego Dinasty Warriors: sin duda fueron la gran excepción del concurso y obtuvieron una calificación más que merecida. Los disfraces eran auténticos, increíblemente logrados y bastante originales. La coreografía fue creada por ellos mismos e interpretada a la perfección.
Los Caballeros de la Antigua República de Star Wars, ganadores del segundo premio a mejor disfraz, hicieron una coreografía repetitiva pero efectiva, dejando con la boca abierta a la mayoría del público.
Por su parte, el tercer premio individual fue para Halo: se trataba de un cosplay comprado, con una puesta en escena bastante pobre (apenas se paseó por el escenario luciendo modelito).
Alucard y el Padre Anderson (Hellsing), obtuvieron el premio de mejor disfraz de anime: cosplays caseros básicos, pero conseguidos, puesta en escena aceptable con un agradecido toque de humor. El premio al mejor disfraz de cine-videojuegos fue para un grupo de representó la esencia del juego Castlevania Judgment sin mucho éxito en la interpretación, pero un gran logro en los disfraces.
En todo caso, una de las mayores ventajas del cosplay de Expocomic, es que este año fue grabado. Podéis disfrutar de las actuaciones del concurso en el siguiente enlace:
http://www.expocomic.com/index.php/expocomic/actividades/concurso-de-cosplay/
Juzgad vosotros mismos.