Pros de los disfraces caseros

Los disfraces caseros tienen una serie de ventajas respecto a los comprados que podemos resumir en las siguientes:

–          No encontrarás otro disfraz igual al tuyo. Será original y único.

–          A no ser que te líes a realizar algo muy complicado el disfraz será barato y no te supondrá tanto desembolso como un traje comprado.

–          Puedes utilizar ropa u otros objetos que encuentres por casa y luego retornarlos a su uso original.

–          Si reciclas cosas del hogar o compras prendas que pueda usar luego no tendrás que pensar dónde guardar el disfraz, solo tendrás que desmontarlo y todo vuelve a su lugar.

–          Es divertido realizarlos, sobre todo si lo haces con amigos y quedáis para coser las piezas o diseñar el modelo.

–          Si el disfraz es para niños pueden participar en su creación, lo cual siempre les hace mucha ilusión.

Contras de los disfraces caseros

Pero también está la otra cara de la moneda, lo que hace que estos disfraces no sean muy populares entre algunas personas que se estremecen ante la sola idea de realizar su disfraz:

–          A veces pueden ser algo cutres, sobre todo si no queremos pensar demasiado. La imaginación es lo fundamental y no todo el mundo se molesta en pensar mucho.

–          Si no sabes coser muy bien o eres negado para las manualidades el resultado puede dejar mucho que desear y lo que era una buena idea sobre el papel ser todo un desastre al cobrar no-forma.

–          Su elaboración puede requerir mucho tiempo y no todo el mundo dispone de demasiadas horas para invertir en algo que se va a usar una noche y probablemente nunca más

Pros de los disfraces comprados

Los disfraces comprados también tienen sus defensores y éstos tienen muy buenos argumentos:

–          Un disfraz comprado no da trabajo, podemos limitarnos a usarlo y guardarlo sin más.

–          Actualmente hay disfraces muy económicos, además una vez usados se pueden intercambiar.

–          También podemos alquilarlos para una noche

–          Un disfraz comprado siempre queda bien, sea la ocasión que sea no desentonaremos y tendremos una buena apariencia.

Contras de los disfraces comprados

Y por supuesto, también hay detractores:

–         Un buen disfraz es caro, los disfraces baratos en ocasiones tienen muy poca calidad

–    Es posible llegar a la fiesta y encontrarse a alguien que lleve exactamente el mismo disfraz, lo cual nos va a restar toda la originalidad que deseábamos tener.

Las mujeres también se cambian de sexo en carnaval

Es ya demasiado típico ver durante una fiesta de carnaval a varios chicos vestidos de mujeres, generalmente con una apariencia que podemos calificar de poco formal y en ocasiones rozando incluso el mal gusto, sino dándose de morros, eso si, bien pintados de rojo, contra el.

Puede ser divertido ser a tu pareja, a tu padre o incluso a tu jefe vestido de mujer, con pestañas postizas kilométricas y haciendo equilibrios sobre unos tacones, pero para los que no conocen a la persona tan solo será uno más de los cientos de hombres poco imaginativos que han visto en los carnavales.

Pero ya no es tan común, aunque tampoco vamos a decir que no sea habitual, ver a una mujer vestida con prendas masculinas. Quizás porque cada vez está más de moda sentirse muy sexy en las fiestas de disfraces este tipo de ropas se han visto relegadas a un segundo plano en los últimos años

Un disfraz divertido que puede actualizarse

Sin embargo este disfraz masculino puede actualizarse y convertirse en una opción muy divertida para las mejores fiestas de disfraces. Puedes, por ejemplo, tomar prestado un traje clásico de los típicos que tu pareja o tu padre puede ponerse para una boda y con un buen maquillaje y un gorro convertirte en un mimo o en una estrella del cine mudo de los años veinte tal como vemos a una irreconocible Scarlet Johansson en la foto.

O puedes ser todo un rocker duro y chuleta con el pelo engominado, al estilo de la inolvidable imagen con la que nos deleitó hace ya algún tiempo Lady Gaga. Bastante más impactante que muchos de los looks femeninos tan revolucionarios y que también darían para una fiesta temática.

Sin gastar en la ropa, centrándonos en los complementos.

Este tipo de disfraces permiten que no gastemos ni un solo euro en la ropa, ya que cualquier pariente o amigo puede prestarnos uno de sus trajes, pero a cambio debemos de esforzarnos en que los complementos, como la peluca o el maquillaje, sean de lo más acertados para que no tengamos un resultado chabacano sino algo elegante, divertido y que destaque entre los demás trajes.

Y es que las mujeres podemos tener mucho estilo aún cuando decidimos renunciar a nuestra apariencia femenina por un día y lucir nuestro lado más viril y cargado de testosterona.

El clásico payaso malo

Los payasos malignos son una constante en la literatura y el cine de terror. Son muchas las personas a las que estos simpáticos personajes les inspiran auténtico terror y no son precisamente motivo de sonrisas. Sus extravagantes ropajes y sus maquillajes donde sonrisas y caras tristes se entremezclan hacen que algunos sientan escalofríos en el estómago.

Pero con lo que de verdad se pasa miedo es con los auténticos payasos diabólicos, los que no ocultan su condición de monstruos malvados dispuestos a todo. Un disfraz que hará temblar a todo el mundo en Halloween y que además nos puede valer para reciclar el simpático atuendo que hemos comprado para la última fiesta de cumpleaños del niño.

La clave está en el maquillaje

El atuendo de payaso infernal y el de dulce animador de niños no difiere en demasiadas cosas en lo que a ropaje se refiere. Pero si en dos aspectos que los hacen inconfundibles: el maquillaje y los complementos. Mientras que un inocente clown llevará pinturas alegres, un malévolo bufón irá maquillado conforme a su diabólica condición. Pon a funcionar tu imaginación e inspírate en los peores personajes de cine.

Completa el disfraz con algún tipo de arma ensangrentada que te haga parecer aun más amenazante y de un toque gore a tu disfraz de Halloween. Puedes salpicar también la ropa con pintura roja para que parezca que acabas de realizar una visita nocturna a alguna víctima desprevenida.

Y si no tienes ropas para reciclar…

Puedes realizar tu mismo el traje de payaso de una forma sencilla. Ponte una camiseta de un color llamativo y un pantalón negro flojo. Usa plástico de colores o fieltro para recortar círculos de diferentes tamaños y pegarlos por la ropa. Hazte una pajarita gigante o una flor grande para la solapa. Una peluca y maquillaje y ya habrás improvisado un traje divertido, original y sobre todo muy barato.

Otra opción es realizar el traje con bolsas de basura. Un agujero para la cabeza, dos para los brazos y decórala tal como te dicte la imaginación. Una socorrida y también barata forma de disfrazarse cuando no se quiere gastar demasiado dinero. Compra bolsas de diferentes colores y forra también tus zapatos para conseguir un look de lo más completo y divertido.

Recuerda, lo importante es el maquillaje, la ropa es la excusa aunque sobre todo lo demás lo que cuenta es divertirse y pasar una aterradora noche de fiesta en la compañía de tus criaturas aterradoras más queridas.