No hay carnaval sin una bruja

No existe en el mundo un carnaval donde al menos no encontremos una bruja. Podemos encontrar brujas de muchos estilos y colores, pero siempre con ese toque siniestro que las caracteriza. A continuación te propongo cómo hacer de manera sencilla y barata un traje de lo más inquietante que luego podrás ultimar con diferentes complementos.

Lo que necesitamos

Para “construir” nuestro traje, necesitamos algunos elementos indispensables. Precisaremos cinta aislante negra, tijeras, madeja de lana de color gris (puede ser de cualquier otro color que nos guste), 2 metros de tela negra (variará según el tamaño del niño), pistola de pegamento, hilo negro y verde y calcetines de rayas.

 

Pasos para el vestido

Tendremos que doblar la tela negra por la mitad y hacer un agujero para que pueda pasar la cabeza, de unos 17-18 cm. Hecho esto, tendremos dos opciones: la primera es coser por los lados para crear un cuerpo y las mangas y la segunda opción, que parece más sencilla,  es atar con un cordón  o una cinta del color que prefiramos  a la cintura.

Un toque también para el cabello

Para dar un toque al pelo, no hay mejor manera que cortar unas tiras de lana gris o del color que prefiramos. Estas tiras que deben ser más largas que nuestro cabello, las ataremos con cinta aislante para que no se muevan. Podemos ponerla a modo de mechones, por trozos o todas juntas.

Los complementos

Nadie se puede imaginar una bruja sin su sombrero o sin su escoba. En el caso del sombrero, es más barato comprarlo en bazares por menos de un euro, que hacerlo en casa. La escoba nos puede salir gratis, porque todo el mundo tiene una en su casa.

Podemos añadirle también uñas largas y esmaltarlas en negro, morado o rojo, por ejemplo. Y, cómo no, una gran nariz con una verruga, podría ser un último detalle para completar nuestro disfraz.

Maquillaje

Un buen maquillaje nos puede llegar a diferenciar de las demás brujas, por ello, estos sencillos pasos os ayudarán a diferenciaros de las demás. Primero tendremos que coger una esponja, mojarla y frotarla sobre la pintura blanca que nos servirá como base.

Una vez hayamos esparcido bien la pintura y hayamos quitado el exceso, dibujaremos unas líneas grises, que serán supuestas arrugas, en torno a la nariz, la boca y los ojos. Para acabar, oscureceremos las cejas con pintura negra y pintaremos los labios de rojo para darle el toque final.